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Lynn Anderson, la cantante del ‘Jardín de rosas’

Su versión country de 'Rose garden', de Joe South, fue un éxito global en los setenta

Diego A. Manrique
Detalle de la portada del disco "The Bluegrass Sessions", de Lynn Anderson.
Detalle de la portada del disco "The Bluegrass Sessions", de Lynn Anderson.

Lynn Anderson, cantante de country, murió el jueves 30 de julio en Nashville. Anderson, de 67 años, estaba ingresada en el hospital de la Universidad de Vanderbilt cuando sufrió un infarto fatal.

Lynn Rene Anderson creció en el negocio del country. Su madre, Liz Anderson, compuso algunos de los primeros clásicos de Merle Haggard y publicó singles en RCA y Columbia. Sus contactos en la industria facilitaron que su hija, inicialmente interesada por la equitación, consiguiera el primero de sus contratos de grabación, con el sello Chart. Atractiva y pizpireta, Lynn había lanzado abundantes elepés de country convencional cuando, en 1970, se cruzó con Rose garden, también conocida como I never promised you a rose garden.

En España, su 'Rose garden' también triunfó en la interpretación de Duncan Dhu

La trayectoria de Rose garden sirve como paradigma de los mecanismos de la industria de Nashville. Se trata de una composición de Joe South, ecléctico autor y músico de estudio (tocó incluso en Blonde on blonde, de Bob Dylan). Como autor, South sabía manejar el tono coloquial. La letra de Rose garden retrataba un conflicto conyugal : "Perdón, yo nunca te prometí un jardín de rosas/ aparte del sol/ tiene que haber algo de lluvia a veces".

Rose garden ya contaba con versiones de artistas negros, como Dobie Gray o las Three Degrees, antes de llamar la atención de Lynn Anderson. Su marido y productor, Glenn Sutton, aplicó un tratamiento countrypolitan, con predominancia de las cuerdas y finos pespuntes de las guitarras propias de Nashville.

Una vez que Rose garden llegó a lo alto de la lista de country, la poderosa maquinaria promocional de Columbia (aquí, CBS) se puso en modo turbo. En Europa se eliminaron las fotos típicas de Nashville, con los característicos peinados barrocos, para presentar a una Lynn de cabellera más natural. El álbum que contenía el éxito hasta se lanzó en cuadrofónico, un complejo formato para audiófilos. En España, Rose garden sonó mucho, algo insólito para ser una canción country; el tema volvería a triunfar en 1986 en la acelerada versión de Duncan Dhu, que transformaba el sentido original de la letra.

Mientras aguantó su matrimonio con Sutton, Lynn desarrolló una prospera carrera en el country, con unos elepés un tanto recargados, que sin embargo solían incluir alguna astuta concesión al cancionero pop, como interpretaciones de John Fogerty o Van Morrison; hasta se acercó brevemente a la disco music, En 1980, se retiró tras casarse con un millonario petrolero de Luisiana y anunciar que su prioridad era criar a sus hijos.

Tres años después, vineron el divorcio y el retorno a la música. A partir de entonces, Lynn apareció con demasiada frecuencia en las noticias de tribunales, tras ser detenida conduciendo en estado de embriaguez. Esos incidentes eclipsaron otras facetas de su vida, como su pasión por los caballos, tanto en su faceta competitiva como en su uso terapéutico. Musicalmente, también grabó discos valiosos, como The bluegrass sessions (2004) o el reciente Bridges.

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