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La diatriba de Fernando Vallejo contra Santos y a favor del voto en blanco

El autor colombiano se despachó contra la clase política colombiana en la Feria del Libro de Bogotá

Vallejo lee su diatriba en la feria de Bogotá
Vallejo lee su diatriba en la feria de Bogotá Mauricio Dueñas (EFE)

Sin tapujos, descarnado, propio de su estilo. Así fue el monólogo de 40 minutos del escritor colombiano Fernando Vallejo (Medellín, 1942) en un acto de la Feria del Libro de Bogotá. Sin introducciones, sin presentaciones y también sin despedidas, su discurso fue una crítica ácida a la gestión del presidente Juan Manuel Santos. También hizo blanco en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, en el expresidente Álvaro Uribe, la clase política, el desempleo, las miles de víctimas de la violencia y el caos, que para él, vive Colombia.

“Esa cosa que tenemos montada allá arriba (Santos), parrandeándose el destino de 47 millones de colombianos”, fue el duro arranque. Leía aceleradamente con el indiscutible acento de los que han nacido en Antioquia, solo hizo pausas cuando el auditorio lo aplaudía o se reía de su lenguaje desabrochado. Parte del monólogo tuvo como hilo conductor la entrevista que EL PAÍS le hizo al mandatario en enero de este año, donde aseguró que se imaginaba a jefes de la guerrilla sentados en el congreso colombiano donde defenderían sus ideales. “¿Cuales ideales?”, se preguntó el escritor. “¿Matar, violar, secuestrar, extorsionar, volar torres eléctricas y oleoductos, reclutar niños, sembrar minas quiebrapatas, a eso lo llama ideales? ¿Y sentados en el Congreso? ¿En la Cueva de Alí Babá junto con los hampones que allá tenemos?”, fue su respuesta que despertó vivas en el auditorio.

Vallejo, que le dedicó la mayor parte de su monólogo a Santos, le dijo, como si fuera su interlocutor, que “las ideas no son mercancías, no son frascos de mermelada: son sagradas”. La mermelada a la que se refería es como llaman en Colombia a la repartición del poder en época electoral. Santos en la entrevista de EL PAÍS aseguró que había decidido mantener en secreto los detalles de las negociaciones con las FARC hasta que no se tuviera el acuerdo final, y que solo en ese momento le “vendería a los colombianos” lo que se había acordado. Para el novelista, lo único que tiene claro Santos es que quiere reelegirse. “Seguir montado en el caballito trotón otros cuatro años, que llegado el caso convertirás en ocho, y ocho más ocho dieciséis”, dijo.

En su intervención, Vallejo hizo un repaso de las diferentes tragedias y problemas que vive Colombia. Con relación a los desempleados, de los que Santos ha dicho que quedan dos millones, lo convidó a que visitara la Plaza de Bolívar de Medellín en donde cientos de personas se ganan la vida trabajando, pero vendiendo minutos de móviles, un ocupación informal de la que se sustentan miles de colombianos. “¡Claro, Colombia es un país rico en minutos!”, dijo de manera sarcástica. De nuevo risas y aplausos de la concurrencia.

En su discurso no podía faltar críticas al expresidente y hoy senador electo, Álvaro Uribe Vélez, a quien le dedicó varios minutos en especial a su perorata de que Santos lo usó para hacerse elegir y después lo traicionó. “Anda por ahí trinando como un pájaro todo desequilibrado, de psiquiatra”, dijo de Uribe, refiriéndose a los 24 mil tuits que ha publicado el exmandatario en su cuenta de la red social después de terminar sus ochos años en la presidencia.

Y con relación a la guerrilla y al conflicto armado, dijo que esta no era más que una excusa para seguir perpetuándose en el poder. “Para los políticos colombianos las FARC se volvieron la gallinita de los huevos de oro. Les pone huevos para la elección y huevos para la reelección. Y a los comandantes y generales de las Fuerzas Armadas también se les apareció la Virgen con la gallinita. Y así, con lo que les toca del Presupuesto Nacional (que de año en año y de subida en subida hoy va en el 18%), les han venido lloviendo del cielo los miles de millones de dólares del Plan Colombia. Felices de la vida, ¿no?”.

Después de enumerar con detalle partes médicos de víctimas del conflicto y de las humildes veredas donde viven los campesinos colombianos, el escritor terminó diciendo que al final son ellos los atropellados por el ejército, las guerrillas y los paramilitares. “Engañados por los políticos, por los curas, por los santos: por vos (Santos). Abandonados a su suerte por esta mala patria”.

Pero la reflexión que al final quería llevar Vallejo a este auditorio, que como siempre esperaba sus polémicas intervenciones, fue proponer que los colombianos voten en blanco en las próximas elecciones presidenciales, para que Colombia no siga en ese desastre que pintó a lo largo de 40 minutos sin respiro. “Copartidarios: somos los únicos limpios aquí. Somos el Partido Colombiano del Voto en Blanco, el Pe Ce Ve Be. Somos tan decentes que ni registro tenemos ni candidatos. El domingo 25 de este mes, día de la ira nacional, ¡voto en blanco!”. 

Al final pronosticó como sería el día después de esas elecciones, en donde ese voto de protesta se imponga. “¿Y el lunes 26, cuando amanezca Colombia radiante, toda pintada de blanco, qué? ¿El vacío de poder? ¡Cuál vacío de poder! Vacía la vida mía”.

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