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Tribuna
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Sobre el campo de batalla

('Liverpool', de José María Millares Sall)

Porque además de ser un hombre como vosotros, soy un poeta,

y un poeta es un corazón más sobre la niebla del mundo.

Por favor, abridme paso,

que quiero ser el primero en saludar con mi sangre vuestras sonrisas de azufre,

vuestras mujeres de estopa.

Por favor, abridme paso.

Llegar a Liverpool fue un viaje largo y una difícil batalla para José María Millares Sall. Como todos sus viajes. Como todas sus batallas. Él mismo nos lo cuenta: "Fue una época triste y alegre al mismo tiempo, porque éramos jóvenes. Después de la colección Cuadernos de Poesía y Crítica, que no prosperó, surgió Arca, de Ventura Doreste y Pedro Lezcano. Presenté un poemario pensando que podría entrar en esa colección, pero me empezaron a dar evasivas. El poemario era Liverpool, que no entraba dentro de sus planes, porque rompía con la medida del verso. Entonces decidí crear Planas de Poesía".

Más información
José María Millares, Nacional de Poesía

Junto a sus hermanos, Agustín y Manuel, puso en marcha, a finales de los años cuarenta, el proyecto que revitalizó la poesía canaria durante la posguerra. La aparición de Planas de Poesía tuvo una gran repercusión a nivel nacional pues se adelantó de alguna manera a la poesía social de los años cincuenta. Pero, como siempre, la situación geográfica de estos poetas les hace quedar relegados a un plano donde no se les ve ni conoce. Para José María la situación era lo más parecido a un exilio poético. "Para el artista, para el poeta, para el pintor, esto es un exilio. Vivir aquí es como estar exiliado. Todo lo que se puede hacer aquí no sale, y si llega a la Península, no tardan en echarlo a un lado. Yo, que he vivido tanto tiempo en Madrid, me he dado cuenta de que se mira a las Islas Canarias como una cosa lejana donde se viene a pasar la luna de miel pero nada más. Lamentablemente, para poder vivir de esto una persona tiene que coger el avión y marcharse fuera. Esa es la triste realidad. Aquí no hay ningún poeta galardonado con premios nacionales."

Liverpool aparece publicado en 1949 inaugurando la modesta colección de Planas de Poesía. Vio la luz mermado por la censura de aquellos años aunque los censores no tenían muy en cuenta la poesía quizá porque no la leían o porque no la entendían. Escribió Millares un poema a los censores que no pudo incluir en Liverpool y que estuvo inédito hasta hace pocos años. Ese y otros poemas "quedaron fuera porque la censura en provincias sólo autorizaba 32 páginas y todo lo que pasara de ese número tenía que ir a Madrid donde, más que la censura, estaba la Inquisición elevada al grado sumo". Liverpool fue poco o nada entendido por sus compañeros generacionales y por la crítica del momento salvo contadas excepciones. Este silencio se vio incrementado por el hecho de que el proyecto de Planas de Poesía finalizase en 1951 debido a una prohibición oficial y por el procesamiento de José María Millares Sall.

Y así es como con Liverpool emprende el poeta dos viajes en uno a cual más aventurado. Uno lo emprende un poeta de 28 años nacido en una saga familiar de ideas liberales, inquietudes intelectuales y una gran creatividad artística que combina su actividad principal, la poesía, con la creación plástica y la música; que tiene una formación autodidacta y una juventud marcada por la Guerra Civil y la dictadura por la que fue perseguido y encarcelado y que es autor de una considerable cantidad de poemarios que rompen con la medida de los versos y la medida de otras muchas cosas; un escritor que se enfrenta a los planes de otros poetas con otros criterios y otra manera de enfocar la poesía. El otro viaje lo emprende un hombre frente a su propia soledad y su propio aislamiento; un hombre que escribe dispuesto a salirse con su voluntad poética, una absoluta posición frente a otras maneras de pensar y de escribir que le persiguen y acosan. Y eso es para mi el significado de Liverpool: un viaje hacia la libertad; un viaje que va más allá de una ciudad y un nombre; un viaje a lo imposible.

Liverpool es un nombre real, un lugar real situado en un mapa; pero esa palabra encierra otras muchas cosas: es una muestra de la personalidad poética de José María Millares, un poeta cuyos versos se balancean entre el discurso social y una muestra deliberada de su propia intimidad; la necesidad de reflejar la vida y sus comportamientos, y, al mismo tiempo, mostrar las emociones de su yo más íntimo en relación con el grupo o consigo mismo, Y, por otra parte, es una muestra de su versatilidad como poeta y como artista. Liverpool es uno de los libros más sorprendentes de la posguerra. Pasó casi desapercibido para los lectores y fue silenciado por la crítica. Su despliegue de imágenes visionarias, su fondo urbano (Liverpool, Hong-Kong) y el tono airado y apocalíptico de los seis poemas que lo integran, hacen de este libro una obra paradigmática. Compuesto por seis extensos poemas, es aún hoy un libro diferente y excepcional con el que José María Millares Sall demuestra la fuerza liberadora de la palabra a través del tiempo. Porque después de la lectura de Liverpool lo que queda claro es el ejercicio de voluntad de hacer y deshacer el lenguaje, de experimentar con él, de renovación y alegría poética. De libertad, en suma. Hay en este libro una especie de locura poética que precipita al lector a identificarse con su autor y desear romper con lo establecido. Es algo más que un texto poético. Es toda una declaración de principios, un canto a la dignidad de la escritura, a la necesidad de salvarse a sí mismo más allá de cualquier convención o liturgia a la moda. Como si el poeta dijera: "Así soy yo. Así escribo. Nada pude detenerme". Y con estas palabras escribiera su sentencia.

Nada puede hacerle cambiar. Es el final de una batalla. Es el final de un viaje silencioso de quien ha caminado entre nosotros a pie juntillas siempre alerta a los ruidos de afuera, siempre temeroso de que pudieran acabar de un plumazo con su independencia y su voluntad de ser él mismo hasta el final.

Elsa López es escritora.

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