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El fiscal pide siete años para un hombre que intentó matar a un niño de un perdigonazo

La víctima aún tiene el proyectil en el cuerpo y se somete a revisiones continuas

F. Javier Barroso
Lugar donde fue herido muy grave, Pablo, de 11 años, en una zona peatonal de la calle de la Virgen de la Oliva
Lugar donde fue herido muy grave, Pablo, de 11 años, en una zona peatonal de la calle de la Virgen de la OlivaÁlvaro García

El fiscal mantuvo ayer la petición de siete años de prisión contra José A. S., un vecino de San Blas, acusado de intentar matar con un perdigón a un niño de 11 años mientras jugaba en la calle. El acusado negó ayer durante el juicio, celebrado en la Sección 2ª de la Audiencia Provincial, que poseyera una carabina. Eso sí, reconoció que tenía buena puntería. También declaró la víctima, Pablo, que explicó que todavía tiene alojado el proyectil en el cuerpo y que tiene que someterse a revisiones continuas para ver si se mueve o no.

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Pablo, que ya tiene 15 años, estaba jugando con dos amigos alrededor de las ocho de la tarde del 23 de julio de 2013 en la calle peatonal de la Virgen de la Oliva, en el barrio de Simancas. El pequeño escuchó una detonación y recibió un golpe en el pecho. Cayó automáticamente al suelo. En un principio no le dio importancia, porque pensó que se trataba de un disparo de paintball (juego que consiste en manchar a los adversarios con balas de pintura). Sin embargo, todo cambió cuando se miró la camiseta y vio que estaba sangrando.

El niño subió a su casa, donde su padre le apreció un boquete en el pecho, por lo que llamó a los servicios de urgencias. Estos lo trasladaron al hospital Ramón y Cajal. Los facultativos comprobaron que el perdigón estuvo a punto de seccionarle la arteria aorta y matarlo en el acto. Los agentes de la comisaría de San Blas iniciaron las investigaciones y comprobaron que el disparo se había producido desde un lugar poco elevado. Los datos les llevaron hasta José A. S., exmilitar y taxista.

Carabina decomisada

Los policías decomisaron en su vivienda una carabina de aire comprimido de la marca Gamo, de calibre 4,5 milímetros. El procesado estuvo en prisión provisional comunicada y sin fianza hasta el 8 de octubre de 2013. Todavía continúa vigente la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros del chaval, así como de comunicarse con él por cualquier método. El acusado negó ayer durante la primera y única sesión del juicio que él disparara contra el menor. Argumentó que había salido a dar una vuelta con su perro después de dejar el taxi. Esta versión fue desmontada por los investigadores, que no encontraron a ningún testigo que le viera esa tarde con el animal.

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La gran puntería de José A. S. le venía, según explicó, por los dos años que estuvo en el Ejército. El acusado dijo también que solo realizaba prácticas de tiro con la carabina cuando estaba en la casa que tiene su familia en un pueblo. Uno de los testimonios más importantes de la vista de ayer fue el de un perito, que destacó que, por la trayectoria del proyectil, el disparo se hizo desde un primer piso. En esa planta residía justamente el acusado. El juicio quedó ayer visto para sentencia.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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