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Golpe policial a la delincuencia juvenil con 13 detenidos en Pontevedra

Los arrestados, con edades de entre 16 y 22 años, están implicados en casi un centenar de robos en viviendas y comercios de O Salnés

Pontevedra -
Registro de la Guardia Civil.
Registro de la Guardia Civil.

Un total de 13 jóvenes detenidos que actuaban en grupo, con edades comprendidas entre los 16 y 22 años, es el balance de la mayor operación policial contra la delincuencia en la provincia de Pontevedra y que ha tenido como epicentro varias localidades de O Salnés. Los implicados actuaron en más de noventa delitos contra el patrimonio, fundamentalmente robos y hurtos en vehículos, viviendas y establecimientos de la zona.

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Excepto un joven de 16 años que fue ingresado en un centro de menores, el resto de los detenidos fueron puestos en libertad tras prestar declaración en las dependencias de la Guardia Civil, aunque pasarán a disposición del juzgado de Cambados que dirigió la investigación y de la Fiscalía de Menores de Pontevedra.

El seguimiento del grupo se inició en septiembre de 2016, al detectarse un incremento de delitos contra la propiedad, principalmente en el ayuntamiento de Cambados y municipios limítrofes como Sanxenxo, Vilagarcía y Meaño. En una primera fase de la investigación se realizaron cinco detenciones, dos de ellas a menores de edad, y se identificó a otros dos jóvenes que se encargaban de coordinar los robos y facilitar la venta de los efectos sustraídos. Durante los primeros meses de este año se llevó a cabo un seguimiento del grupo hasta que en los últimos días se realizaron 12 nuevas detenciones.

A lo largo de la investigación se intervinieron gran cantidad de efectos robados que fueron localizados en zulos acondicionados al efecto por los detenidos o en poder de terceras personas que los habían adquirido de buena fe, según informó este martes la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. Los agentes pudieron recuperar 11 teléfonos móviles, tres tabletas, un radio CD, una máquina de análisis de azúcar para diabéticos, un ordenador portátil, un disco duro, tres ciclomotores, cinco bicicletas, un patinete, una radial, un taladro, una motosierra, numerosas herramientas de fontanería, así como bolsos y mochilas con prendas de vestir y gafas de sol, entre objetos robados.

Los investigadores destacan por su número los hurtos llevados a cabo por el grupo en el interior de vehículos, algunos de ellos autobuses. Mediante los seguimientos realizados, se pudo comprobar que estos jóvenes recorrían a pie las calles de Cambados y localidades limítrofes, para comprobar, de forma sistemática, los dispositivos de cierre de todos los coches que se encontraban estacionados en zonas poco transitadas. Cuando localizaban vehículos que tenían las puertas sin accionar el cierre de seguridad, sustraían dinero en efectivo, bolsos, teléfonos móviles y en general cualquier pertenencia que tuviera algún valor.

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Una de las zonas de actuación era el lugar en el que estacionaban los turismos las mariscadoras de la zona de Sarrido, en Cambados, donde llegaron a sustraer 1.100 euros en uno de los coches, según detalla la Guardia Civil. Entre sus víctimas también figuran los repartidores del pan que se ausentaban del vehículo para hacer las entregas. Los jóvenes aprovechaban ese momento para quedarse con la recaudación del reparto o los teléfonos móviles.

El caso más espectacular lo protagonizaron el mes de enero de este año con el robo de diverso material y herramientas del interior de una furgoneta que estaba estacionada en la localidad de Dena (Meaño). En esta ocasión, los autores no sólo se apropiaron de la mercancía del vehículo, sino que además lo incendiaron en el polígono industrial de Nantes para eliminar cualquier prueba incriminatoria.

Otra de las prácticas delictivas descritas fueron los robos y hurtos en el interior de autobuses, con hasta diez robos con fuerza. Los investigados tenían controlados los estacionamientos de los autocares, tanto del servicio regular como los que se dedican al transporte de turistas. Durante la noche o en horas de poco tránsito de personas, accedían a ellos activando los dispositivos de emergencia que permiten abrir las puertas desde el exterior.

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