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La legión marcha por Barcelona

Una asociación paramilitar desfila contra Colau y en favor de la unidad de España por las calles de la capital catalana

Manifestación de legionarios, hoy en Barcelona.
Manifestación de legionarios, hoy en Barcelona.

Más de 1.300 personas, algunos de ellos vestidos con uniformes militares, han marchado hoy por las calles del centro de Barcelona en apoyo a la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona reclamando que el actual consistorio no expulse a la asociación de los cuarteles de Sant Andreu. No es la primera vez que los legionarios salen en la calle. Estos incluso desfilaron, sin el consentimiento de los Ayuntamientos, en procesiones de l’Hospitalet de Llobregat y Palafolls.

A la protesta por haber pedido el desalojo de los cuarteles de Sant Andreu por parte del nuevo Ayuntamiento, los manifestantes añadieron motivos para salir a la calle. Entre ellos, la exaltación a la unidad de España, el rechazo a la alcaldesa Ada Colau, a la que insultaron, y la reivindicación de la religión católica, las fuerzas armadas, el Rey, el ejército y el Cristo de la Buena Muerte.

El acto comenzó a las 12.00 en la plaza de Urquinaona de Barcelona. Allí se concentraron centenares de personas ataviadas con banderas de España y emocionadas por el éxito de convocatoria. Los altavoces repetían himnos militares mientras se concentraban hombres con sobrepeso, bigote y gafas de sol junto a mujeres de avanzada edad emocionadas por escuchar himnos castrenses en la Barcelona de 2016.

La Guardia Urbana cortó el tráfico y durante varios segundos se pudo apreciar a un agente con una especie de muñequera rojigualda que tal y como apareció desapareció. Era el turno de colocar las pancartas , pero la exaltación iba a más. Los asistentes lanzaban “vivas" a "España, la legión y la muerte” cuando apareció una cabra legionaria. Decenas de personas se acercaron al simbólico mamífero para hacerse fotos sujetando su perilla. Fue entonces cuando llegó el presidente de la entidad, Jesús Cañadas, que dio la orden a una suerte de equipo de seguridad que, con pinganillo en la oreja, fue ordenando las líneas de la marcha.

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La primera de las pancartas era una rojigualda con la sobreimpresión: Con la Constitución, las fuerzas armadas y la legión. Otras pancartas contenían mensajes a favor de libertad religiosa junto a banderas anticonstitucionales y algún que otro homenaje a excombatientes de la división azul. En una posición destacada se encontraba el párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción de L’Hospitalet, Custodio Ballester. El sacerdote que ha echado un pulso al consistorio socialista de l’Hospitalet y ya ha sacado a desfilar a la Hermandad de legionarios en tres ocasiones en el municipio.

La primera de las paradas tuvo lugar en la jefatura superior de la policía de la Via Laietana. Allí arrancaron un abrazo a algún agente y realizaron (lo nunca visto en las manifestaciones que circulan por esa avenida) un homenaje cantado a los cuerpos y fuerzas de seguridad de Estado. Algunos asistentes incluso se fotografiaban con una barrera de Mossos mientras lucían la bandera española.

En esos momentos se vivió uno de los momentos tensos de la jornada. Un joven con acento inglés comenzó a ondear una senyera mientras cantaba Els Segadors. Un participante en la manifestación le arrancó la banderá mientras los responsables de seguridad le alertaban: “Esta no es la que tienes que arrancar”, en clara referencia a que la que no era bienvenida era la estelada. La marcha prosiguió hasta la plaza de Sant Jaume, donde también hubo momentos de tensión con una persona que llevaba un cartel que acusaba a España de vulnerar los derechos humanos.

Los marchantes llegaron a la máxima exaltación en la plaza de Sant Jaume, donde profirieron insultos contra Ada Colau y Carles Puigdemont. Un entrenado orador leyó una carta del presidente de la Hermandad dirigiéndose a Ada Colau: “El ayuntamiento debería erigir un monumento a los legionarios y Colau debería mirar con justicia esta hermandad que sólo busca el bien de España. Viva la legión y viva España”. El sacerdote Ballester realizó la arenga religiosa, y una vez hechos los discursos de los paramilitares y el sacerdote ha sido el turno de la carga política a cargo de un representante de la asociación Somatemps reivindicando la unidad de España. El fin de fiesta lo pusieron El novio de la muerte y el himno de España.

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