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Mas convoca el 27-S sin decir qué apoyo necesita para la independencia

El presidente de la Generalitat presenta un decreto sin referencias al plebiscito

Miquel Noguer
El presidente Artur Mas firmando el decreto de convocatoria del 27-S.
El presidente Artur Mas firmando el decreto de convocatoria del 27-S.Rubén Moreno

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha convocado este lunes las elecciones catalanas del 27 de septiembre con una llamada a convertir los comicios en un plebiscito sobre el futuro de Cataluña. Solo las fuerzas políticas independentistas admiten este carácter de “plebiscito”, una palabra que no consta en el decreto de convocatoria para evitar su impugnación por parte del Gobierno central. El objetivo de Convergència Democràtica es que la lista Junts pel Sí, que impulsa con Esquerra Republicana, consiga una mayoría absoluta de escaños, con lo que se consideraría legitimada para avanzar hacia la independencia. No obstante no aclara ni el porcentaje de votos necesario ni los pasos concretos a seguir tras las elecciones del 27-S.

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Mas no ha firmado el decreto de convocatoria hasta las nueve de la noche para agotar al máximo el plazo de 54 días que fija la ley entre la convocatoria electoral y la celebración de los comicios. Apurando tanto los plazos quiso evitar también la posibilidad de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, optase en el último momento por hacer coincidir las elecciones generales con las catalanas, tal como le han pedido los últimos meses sectores del empresariado catalán.

Ahora comienza una batalla política sin cuartel en la que los partidos de la izquierda intentarán que el discurso social no quede ahogado por el debate soberanista y en el que las fuerzas constitucionalistas tendrán que trabar un discurso favorable a la unidad de España al mismo tiempo que niegan el carácter de plebiscito secesionista al 27-S.

La CUP pide un 55%

Los independentistas, mientras tanto, aseguran que aprovecharán las elecciones como la última oportunidad para demostrar que, según ellos, hay una mayoría secesionista en Cataluña. En sus filas hay opiniones diferentes acerca de qué resultado avalaría comenzar el proceso hacia una eventual independencia. Convergència Democràtica, que aportará la mayor parte de candidatos a la lista que ha tejido con Esquerra Republicana de Catalunya y las entidades independentistas, considera que sería suficiente una mayoría absoluta de diputados. Así lo defiende el coordinador general de Convergència, Josep Rull, en una entrevista a EL PAÍS. La dirección convergente admite que lucharán en favor de que haya, también, una mayoría absoluta de votos favorables a la independencia pero no lo consideran imprescindible. Para alcanzar este resultado consideran que se deberá sumar el resultado de Junts pel Sí con el que consiga la CUP, los independentistas de extrema izquierda.

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Artur Mas saliendo del Palau de la Generalitat después de firmar el decreto.
Artur Mas saliendo del Palau de la Generalitat después de firmar el decreto.Albert García

Pese a ello, el diputado de la CUP David Fernández, defiende que es necesaria una mayoría en votos y escaños e incluso ha cifrado el umbral a partir del cual se podría declarar la independencia: un 55% de los votos.

La actual ley electoral y la ley d’Hondt por la que se adjudican los escaños hacen factibles las mayorías absolutas en escaños sin que haya un 51% de los votos. Este fenómeno se acentúa por la discriminación positiva de las provincias menos pobladas a la hora de la adjudicación de escaños.

El reto de Convergència ahora es que toda su masa electoral apoye, por primera vez, un programa nítidamente independentista. En un intento de que los moderados se vayan a Unió Democràtica o se pasen incluso a Ciudadanos o al PP, el partido ha acentuado su campaña que explica los supuestos beneficios de la independencia y esconde cualquier posible problema.

La portavoz del partido, Marta Pascal, aseguró ayer que espera una “mayoría sólida, amplia y transversal”. Desde este momento, dijo, “la obsesión de Convergència es explicar a la gente y dar argumentos a los indecisos en el sentido de que Cataluña debe ser el nuevo país de Europa”.

“Pensiones aseguradas”

 La campaña de Convergència, visible en su web, tiene mensajes de tranquilidad para pensionistas, empresarios, parados y para quienes temen una eventual salida del Euro en caso de independencia. Los mensajes son contundentes. “Las pensiones estarán aseguradas, tanto las actuales como las futuras, e incluso podrán ser mejores”.

Frente a las dudas sobre cómo se pagarán las prestaciones de desempleo, la campaña afirma: “El pago se hará como se hace ahora en relación con las cotizaciones de cada trabajador”. A los empresarios se les garantiza que un eventual boicot de sus productos en España no les afectará porque “la economía catalana es cada vez menos dependiente de España”.

La campaña también cuida el factor sentimental y de pertenencia a España. A quienes tienen familia en el resto de España se les garantiza que “desde Cataluña no nos opondríamos a hubiera conciudadanos que optaran por la doble nacionalidad”. Y una última advertencia sobre la pertenencia a Europa y al Euro. Pese a las reiteradas advertencias de la Comisión Europea sobre una eventual expulsión de Cataluña, CDC asegura: “no hay ninguna razón objetiva ni jurídica ni política que conduzca a pensar que Cataluña se quedará fuera del Euro”.

El Partit dels Socialistes, el Partido Popular, Ciudadanos y Unió Democràtica se disponen a rebatir estos argumentos. El candidato del PSC, Miquel Iceta, criticó ayer la “falta de claridad” sobre el programa de gobierno de la lista independentista así como su inconcreción acerca de qué pasos dará a favor de la independencia. Al mismo tiempo, reiteró que el independentismo habrá “fracasado” si no logra como mínimo 71 escaños sobre 135.

El ‘president’ subraya el carácter “excepcional” de las elecciones

Artur Mas ha firmado el decreto de convocatoria electoral en un acto solemne retransmitido en directo por TV-3 en horario de máxima audiencia. Ha recordado que el texto sigue la formulación legal para convocar unas elecciones ordinarias, pero en un discurso posterior ha asegurado que estos comicios serán “muy diferentes”. “Cataluña no vive un momento normal”, dijo antes de culpar al Gobierno central de la situación a la que se ha llegado. “Cuando una mayoría rotunda y clara quiere ejercer su derecho a decidir y se le niega este derecho significa que estamos en una situación excepcional que requiere decisiones excepcionales”. De esta forma, ha justificado que haya convocado por segunda vez elecciones anticipadas en menos de tres años. “Esto lo ha precipitado la negativa del Gobierno a hacer una consulta legal y acordada”, ha aseverado.

Mas ha evitado pronunciar la palabra plebiscito o independencia. Sin embargo, ha intentado imprimir un marcado carácter épico. “Podemos hacer del 27 de septiembre una fecha señalada de nuestra historia. Las urnas y los votos y la decisión libre son los instrumentos para hacerlo. Un futuro hecho de democracia, justicia y libertad está en el horizonte”.

Mas ha firmado el decreto en el salón Mare de Déu de Montserrat del Palau de la Generalitat en presencia de la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, y varios de sus consejeros.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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