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Un hombre con un arma obliga a acordonar el centro de Vitoria

La Ertzaintza logra detener en su domicilio a esta persona, que fue vista por la mañana consumiendo mucho alcohol

ASIER VERA

La Policía vasca ha acordonado una calle céntrica de Vitoria, próxima a la sede del Parlamento vasco, ante la presencia de un hombre que exhibía una posible arma de fuego desde un balcón de la calle Prado.

Esta persona ha sido observada con un arma en la mano hacia las 12.50 en el centro de Vitoria. Tras cerrar el paso, la Ertzaintza ha logrado detenerle en su domicilio poco después de las 14.00, según fuentes policiales.

El hombre que ha sembrado el pánico este mediodía en Vitoria tras atrincherarse en su vivienda con un arma se llama Amador. Tiene entre 40 y 45 años y es conocido en la zona centro de la ciudad por sus dos inseparables halcones que tiene en su terraza y con los que se suele ir al campo a practicar la cetrería. Es el primero piso de un bloque de viviendas de la calle Prado donde este ingeniero que da clases particulares en su casa ha estado encerrado desde la 13.00 hasta pasadas las 14.15 horas profiriendo gritos desde la terraza como ‘Soy Jesucristo’ y Gora ETA’. Poco antes de las 14.30 horas, agentes de la Ertzaintza lograron “neutralizarle” y procedieron a su arresto. Posteriormente, ha sido evacuado de su casa en ambulancia.

Según ha podido saber este diario, Amador, que luce una larga melena, recorrió esta mañana varios bares de la zona centro, próximos a la Plaza de la Virgen Blanca. A las 08.00 horas, recaló en el Bar Mallory, donde tomó un chupito de hierbas. Según testigos presenciales, vino “muy pasado de todo”, tanto de alcohol, como de drogas, y comenzó a gritar ‘Os voy a matar a todos’ y ‘Gora ETA’.

El hombre comenzó a enfadarse mientras veía el encierro de San Fermín en la televisión de esta cafetería y comenzó a proferir gritos de ‘Maltrato animal’. Tras abonar la cuenta sin causar mayores problemas e invitado por el camarero a que no siguiera gritando, se dirigió a otro de los bares ubicados a escasos metros, donde continuó bebiendo alcohol.

Posteriormente, fue a la carretera situada frente a la Catedral de Vitoria, que la cruzó haciendo eses y gritando hasta sentarse en un bordillo. Ello llamó la atención de varios agentes de la Policía Local que le conminaron a sentarse en un banco para que no causara ningún accidente. Minutos después, el hombre se dirigió a su vivienda, que precisamente se ubica encima del conocido Restaurante Sagartoki, a cuyos clientes ya había gritado hacía un año aproximadamente desde su balcón para pedirles que no fueran ahí e incluso les tiró objetos.

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Vecinos de la zona han comentado a EL PAÍS que se trata de un hombre “perturbado” que no tiene hijos y que hacía ya tiempo que daba problemas. Precisamente, uno de los camareros de un bar en el que Amador ha estado esta mañana y al que suele acudir habitualmente, ha señalado que hacía años había sido ya detenido por la Ertzaintza, acusado supuestamente de desórdenes públicos, si bien poco después fue puesto en libertad.

Una mujer que conoce desde hace tiempo las excentricidades de Amador se ha dirigido a un agente de la Ertzaintza, minutos después de que haya sido detenido en su vivienda, para decirle que no entiende por qué esta persona no es ingresada en el Centro de Salud Mental de las Nieves. “El hombre es un tipo normal hasta que se le va la olla”, concluye uno de los camareros que le atiende regularmente.

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