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Ximo Puig propone “limitar el poder político de la diputaciones”

El candidato socialista quiere renegociar y condonar parte de la deuda autonómica

Ximo Puig muestra su libro.
Ximo Puig muestra su libro.jose jordán

El candidato socialista a la Generalitat, Ximo Puig, expresó ayer su “voluntad de limitar el poder político de las diputaciones”. Y anunció que, si llega a ser presidente, aplicará la Ley de Coordinación de Diputaciones de 1983, “que se ha puesto muy poco en funcionamiento”, con la idea de que los presupuestos de las corporaciones provinciales se incorporen al de la Generalitat y se supediten a sus directrices. “No tiene sentido que la Generalitat no pueda pagar comedores escolares y que las diputaciones hagan campos de fútbol”, dijo Puig, que criticó que un presidente de Diputación pueda tener 35 o 40 asesores. Según los cálculos socialistas, se podrían ahorrar entre 12 y 13 millones de euros limitando el espacio político en las tres instituciones provinciales.

Puig, —que reiteró al jefe del Consell, Alberto Fabra, la exigencia de que aparte a Alfonso Rus de la presidencia de la Diputación de Valencia por el escándalo en la empresa Imelsa—, ya había expresado su oposición a la existencia de las instituciones “más opacas” del marco democrático, caracterizadas por el “clientelismo de manera congénita”. Asumió que hay que reformar la Constitución para poder suprimirlas donde así se decida (el candidato socialista reconoció que Susana Díaz, en Andalucía, sí que es partidaria de las diputaciones, pero que él no lo es) y aseguró que, “gobierne quien gobierne” en ellas (las encuestas sugieren que el PP podría mantenerlas aunque perdiera la Generalitat), tiene intención de llevar adelante su programa en ese punto.

En un desayuno de trabajo con periodistas en el que presentó su libro El problema valenciano tiene solución hizo Puig estas declaraciones. En el libro, subtitulado “Exhaustos de ofrendar nuevas glorias a España”, el secretario general del PSPV-PSOE aboga, entre otras cosas, por situar la Comunidad Valenciana “en todos los debates” y plantea la revisión del sistema de financiación autonómica, así como una renegociación de la deuda, especialmente de la que la Generalitat tiene con el Estado, que incluiría la condonación de una parte.

El ejemplo de Finlandia apunta a pactos y gobiernos de coalición

“Si Finlandia pudo hacerlo, nosotros también”, escribe Puig en su libro, en el que confiesa su aspiración a que la Comunidad Valenciana “llegue a ser la Finlandia del Mediterráneo”. Estado de población similar al País Valenciano, Finlandia superó la crisis en la que se vio envuelta tras la caída de la Unión Soviética con “un gran acuerdo en torno a la prioridad de la educación, de la formación y de la innovación y el desarrollo para resurgir como país”. El candidato socialista quiere unos “pactos de la Generalitat” que orienten la política valenciana de forma parecida. Al referirse a ese ejemplo, Puig recordó que en Finlandia gobiernan coaliciones electorales. “El partido mayoritario tiene un 21%”, bromeó, al referirse a lo que otorgan las encuestas al PSPV.

Si el Partido de Centro, con ese 21%, ganó las elecciones finlandesas el pasado 19 de abril, Puig aspira a que su partido sea el “más votado”, pero es consciente de que sus posibilidades pasan por gobernar la Comunidad Valenciana en coalición. En todo caso, aseguró, el Consell estará “más unido que el actual” porque habrá “un solo gobierno”. “¿Alguien piensa que me llevaré peor con mi vicepresidente que los actuales?”, preguntó en referencia a Fabra y su número dos, José Ciscar.

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