_
_
_
_
_

Canciones cantadas casi al oído

La iniciativa 'Pon un cantautor en tu salón' quiere estrechar lazos entre el público afín al género con conciertos en domicilios privados. En ellos se persigue la "cercanía extrema"

Pau Alabajos actúa en 'Pon un cantautor en tu salón', en Bruselas (Bélgica).
Pau Alabajos actúa en 'Pon un cantautor en tu salón', en Bruselas (Bélgica).Xepo WS

Mientras suben, el que viene sin compañía mira de soslayo al reducido grupo, dos chicas y un grandullón de barba rala. No es la típica escena de desconocidos en un ascensor:

—¿Venís al concierto, no? — se decide a preguntar.

—Sí —responden los otros tres.

—¿Es el primero al que venís?

—Sí, acabamos de llegar ahora de Barcelona... es que yo soy el músico.

—Ah...

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Es una tarde otoñal en un bloque de apartamentos del centro de Valencia. Cuando llegan al piso en cuestión, los cuatro (antes) desconocidos se dirigen a una puerta abierta de la que sale ruido y luz. Bajo el dintel, una chica da la bienvenida y tacha nombres de una lista conforme los invitados se acomodan —en un sofá, en la escalera, en el suelo, de pie junto a la pared—. Cuando han pasado diez minutos de la hora convenida y ya están casi todos, la de la lista se planta en el centro de la sala y hace una breve presentación en valenciano para dar paso al concierto de Jordi Lanuza —el tipo grande del ascensor—. Un taburete, su voz y su guitarra, sin amplificación, es todo lo que utilizará en la próxima hora larga.

Javier Bergia en un salón, en junio de 2011.
Javier Bergia en un salón, en junio de 2011.Ineditt

"Alguna vez, después de un concierto de canción de autor, habíamos terminado algunos en una casa con el artista, que, al final, se tocaba unos temas. Cuando me di cuenta de cómo cambian las canciones cuando pasan de un escenario a un ambiente cotidiano, decidí que quería reproducir eso", cuenta más tarde Quela Flaubel, ideóloga, organizadora y principal responsable del proyecto Pon un cantautor en tu salón.

La idea es sencilla: un concierto al mes, cada vez con un artista y en un domicilio diferentes (desde el primer bolo, en mayo de 2010, no han repetido ni lo uno ni lo otro). El aforo varía según el lugar, pero oscila siempre entre los 20 y los 45 que se han alcanzado alguna vez. Una caja pasa de mano en mano para dejar la voluntad, con la que se sufraga el desplazamiento del músico y se compran algunos escuetos víveres (latas de cerveza, refrescos, palomitas). Personas en principio desconocidas entre sí, pero que tienen la afición por la canción de autor como denominador común, se juntan en un espacio reducido para disfrutar de un ambiente en el que la distancia entre músico y audiencia es casi inexistente.

Durante la actuación, cualquier suspiro del intérpete o cuchicheo entre el público es perceptible por todos.

El concierto de Andreu Valor, en marzo de 2013.
El concierto de Andreu Valor, en marzo de 2013.Tamara Lorente

"No pretendemos sustituir la oferta clásica de actuaciones en salas, por muy mal que esta pueda estar, ni brindar un espacio a los que no lo tienen en otros lugares. Se celebra solo una vez al mes y siempre con artistas consolidados", expone Quela, que asegura que su intención pasa más bien por experimentar, buscar la cercanía física y emocional "extrema" que da un domicilio privado. Concede que la Pon un cantautor en tu salón le debe bastante al cambio de actitud que, en los últimos años, ha abierto la puerta al consumo colaborativo, con inciativas como el coachsurfing o los coches compartidos. "Sí, hay más cooperación, más confianza, y sobre todo más ganas de tener un rol activo", razona Quela.

Quela habla en plural porque, nominalmente, es la Asociación Cultura Traslacional la que gestiona la iniciativa. Pero el alma mater es ella, que se encarga de los aspectos logísticos, como confeccionar la lista de asistentes o contactar con el artista y aquellas personas dispuestas a prestar su casa. 

"Acústico, acústico"

Jordi sale para echar un pitillo en el interludio del concierto —en esta casa no se puede fumar—. Apoyado en la varanda, pone palabras a las sensaciones que se están viviendo dentro de la vivienda: "Las grandes noches de concierto son como esto, solo que con más cosas añadidas, por lo que hay matices que se pierden. Aquí no, la gente está muy cerca y el silencio que reina es muy puro".

Reconoce que tocar así es un reto, porque "hay que volver a la esencia de las canciones", y "hay algunas que después del proceso se quedan más purificadas, algo cambiadas, y otras más parecidas al disco". En cualquier caso, el cantante del grupo barcelonés Inspira afirma que es tá siendo un concierto "acústico, acústico": "Estoy yo solo con las canciones y el trozo de madera con cuerdas".

Casi todos los conciertos se han celebrado en Valencia, aunque ha habido algunas incursiones a otras ciudades, como Barcelona y Madrid, o incluso fuera de nuestras fronteras, en Oxford, Londres, Bruselas y Berlín (la sombra del exilio es alargada). Algunos de los cantautores que han desfilado por los salones de esas ciudades son Miguel Dantart (que, acompañado de Kiko Tovar, inauguró el formato hace cuatro años y medio), El Kanka, Javier Bergia, El Niño de la Hipoteca, Pau Alabajos, Adriana Moragues, Andreu Valor o Izal. Para participar, ya sea como público o para ofrecer un salón, solo hay que ponerse en contacto con Quela a través de Internet.

El recital de Jordi ha sido intenso, con el público sin perder detalle de lo que este hacía, decía y cantaba. La conversación es bastante más animada al acabar que antes de comenzar, y después de unos minutos en los que se venden, y se firman, algunos discos de Inspira, el grupo de Jordi, llega lo que en rugby se conoce como tercer tiempo: comer y beber todos juntos. "Pero en la calle, porque esto no es una fiesta", aclara Quela, que matiza: "No es algo fijo, ¿eh? Unas veces somos seis, y otras 30. Pero sí que se suele hacer. Un poco como va saliendo..."

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_