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El médico acusado de abusos hizo exploraciones ajenas a las dolencias

Los forenses concluyen que no hubo "praxis correcta" del exjefe de urgencias de Salt

Los forenses creen que ninguna de las exploraciones médicas que el exjefe de urgencias del Hospital Santa Caterina de Salt (Gironès) hizo a las cinco pacientes que le denunciaron se ceñía a las dolencias que ellas habían manifestado. En la segunda sesión del juicio al doctor Josep C.M. por abusos sexuales, los forenses han dictaminado que no hubo una “praxis correcta” en esas exploraciones, entre 2008 y 2009. El acusado declarará este jueves.

Los forenses Josep Maria Casadesús y Julià Miquel han asegurado que ninguna de las exploraciones a las denunciantes se practicó siguiendo los protocolos establecidos. En todos los casos, han añadido, el exjefe de Urgencias hizo exploraciones que no estaban relacionados con las dolencias que referían. “No llega a ningún diagnostico de por qué no hace las pruebas adecuadas”, han determinado. Los expertos han sido rotundos: una caída con dolor en el coxis no implicaba tener que examinar ni el pecho ni el pubis. Ni siquiera una posible hernia en el abdomen justifica hacer un tacto vaginal -con movimientos incluidos, según las víctimas- ni hacer movimientos circulatorios sobre el clítoris.

Según declararon las afectadas, el facultativo accedió a sus datos personales para mandarles mensajes o llamarlas tras la visita

Una ginecóloga aportada por la defensa como perito ha intentado justificar los exámenes médicos del acusado. La perito ha afirmado que Josep C. M. hizo exploraciones bajo criterio médico y muy minuciosas. Esta visión ha sido rebatida por el Casadesús, que le ha advertido de que se estaba refiriendo a “medicina teórica” y “descontextualizando los hechos”. Mientras las visitaba, además, el acusado presuntamente les hizo comentarios como que estaban "muy buenas" o les preguntaba por sus orgasmos. Según declararon las afectadas el primer día, accedió a sus datos personales para mandarles mensajes o llamarlas días después de la visita.

Los forenses también han coincidido en que las preguntas personales que les hizo -dónde vivían, cuál era su estado civil o empleo- solo habrían sido adecuadas para el caso de "tener que prescribir una baja laboral", lo que no se produjo. Además, debió haberlas reflejado en la historia clínica y no lo hizo. 

Los profesionales que evaluaron la situación psicológica de las víctimas, por su parte, han apuntado que su tardanza en denunciar los hechos es "una reacción lógica". El abogado de la defensa, Carles Monguilod, había empleado ese argumento para poner en duda la veracidad de los hechos denunciados.

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Los agentes de los Mossos d'Esquadra que recogieron la denuncia han explicado que otra mujer relató los abusos, aunque no los quiso denunciar y que algunas enfermeras del centro no querían trabajar con él “por las proposiciones sexuales que hacía”.

El fiscal acusa al exjefe de Urgencias de cinco delitos de abuso sexual, dos de ellos con introducción de miembros corporales por vía vaginal y le pide 18 años de cárcel e inhabilitación. También solicita que no se pueda acercar a menos de 500 metros de las víctimas y que las indemnice con un total de 26.000 euros. La defensa mantiene que se trata de un profesional con una trayectoria “irreprochable” y asegura que hizo las exploraciones con criterios médicos y no con ánimo libidinoso.

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