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La beluga Yulka canta a Vivaldi

El contratenor Philippe Jaroussky logra la réplica de un cetáceo interpretando ópera

Un momento del dueto.Vídeo: F. B.
Ferran Bono

Las belugas son unos cetáceos conocidos como los canarios del mar por ser muy cantarines y tener una gran capacidad de generar sonidos. Y Philippe Jaroussky es uno de los contratenores más apreciados de la escena lírica sobre todo por sus interpretaciones de ópera barroca. La beluga Yulka y el cantante francés han protagonizado este jueves un sorprendente dueto en l'Oceanogràfic de la Ciudad de las Arte y las Ciencias de Valencia. 

Jaroussky ha cantado algunos fragmentos de óperas de Haendel y Vivaldi en el estanque, mientras Yulka se dejaba acariciar y le respondía emitiendo sus característicos sonidos. Cuando más se ha notado que el magnífico ejemplar de beluga seguía al considerado Farinelli del siglo XXI ha sido cuando el intérprete entonaba escalas musicales. También se ha mostrado muy activa, mostrando su repertorio de gorjeos, gorgoritos, chasquidos, chillidos y una especie de risa, mientras escuchaba la popular aria Lascia ch'io pianga, de la ópera Rinaldo de Haendel.

Philippe Jaroussky y la beluga Yulka, durante su dueto.
Philippe Jaroussky y la beluga Yulka, durante su dueto.Mònica Torres

"Estoy impresionado por la concentración del animal. Voy a soñar toda mi vida con ello. Me ha dado toda su confianza para jugar como si fuera una niña. Espero haber sido digno de merecerla", afirmaba un encantado Jaroussky, que ha creído percibir un tono más agudo en el animal conforme ambos se iban conociendo más. De hecho, el primer día de ensayos, el miércoles, Yulka apenas prestó atención al cantante. Un día después, sin embargo, no se ha separado del intérprete y le ha dado la réplica a su manera en todo momento. "Creo que ha sido muy importante mirarla a los ojos", comentaba el cantante. "Un contacto visual que a veces es preferible no mantener con las sopranos", añadía bromeando el artista. 

Jaroussky aceptó el reto tras ser animado por la soprano Cecilia Bartoli, quien durante una visita privada al complejo valenciano tuvo contacto directo con las belugas y descubrió que estos cetáceos realizaban distintos sonidos según las partes de su cuerpo en los que eran acariciados.

Creatividad

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Hasta 33 sonidos diferentes son capaces de producir estos animales, explicaba José Antonio Esteban, responsable del departamento de Investigación de l'Oceanogràfic. La mayoría son audibles tanto fuera como dentro del agua, y otros son ultrasonidos para orientarse o pescar. "Tienen creatividad vocal", apuntaba Esteban, que participa en una investigación del complejo valenciano y la facultad de Psicología de la Complutense de Madrid sobre la producción de sonidos y la creatividad en estos animales.

Esteban no estaba sorprendido por la respuesta de Yulka, que tiene entre 15 y 20 años y perdió una cría, nacida en cautividad (con la gran dificultad que ello implica) por ser primeriza y no saber amamantarla. "Llevamos años trabajando la acústica con Yulka", señalaba. Además, ha habido otras experiencias previas. Por ejemplo, el clarinetista David Rothenberg ha tocado con belugas salvajes en el mar, sin estar encerradas en un acuario, y también los animales han respondido a los estímulos musicales. Pero no se conoce un dueto anterior al que han protagonizado la beluga Yulka y el contratenor Jaroussky.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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