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El hijo del edil de Deportes de Ourense trabajó como socorrista municipal

El concejal alega que "casi" no participó en la adjudicación del contrato a la empresa que tiene en nómina a su familiar

Nueva polémica familiar en el Ayuntamiento socialista de Ourense. El hijo de Alfonso Vilachá, el edil de Deportes, trabajó este verano como socorrista en las piscinas municipales de Oira. Su padre decidió sacar a concurso la vigilancia de las instalaciones por 18.000 euros y tras un procedimiento negociado al que fueron invitadas tres empresas del sector, el servicio recayó en Saudater, una sociedad con sede en Verín que se dedica a organizar actividades deportivas y lúdicas, así como al mantenimiento y explotación de recintos deportivos. Y el hijo del edil socialista fue uno de los dos socorristas que la empresa empleó para vigilar las piscinas durante tres meses. Hasta este verano, los socorristas de estas instalaciones públicas procedían del servicio municipal de Protección Civil.

El contrato ha sido destapado por Gonzalo Pérez Jácome, líder del grupo político de la oposición, Democracia Ourensana, que cuenta con dos ediles en la corporación y que asegura que “la técnica usada para darle legalidad a la artimaña consistió en usar a un tercero, es decir, contratar a una empresa que luego empleó a su hijo”. El edil independiente denuncia que “estos hechos podrían esquivar la ilegalidad” pero “éticamente es más que reprobable y se asemeja a los casos de asignación de personal de confianza a familiares directos que se dan en este Ayuntamiento”. Jácome se refiere a la hija del alcalde ourensano, Agustín Fernández, contratada por decreto en el gabinete de comunicación del gobierno local desde hace tres años.

El concejal de Deportes, en declaraciones a este diario, matiza que “no contrata a nadie” y que el procedimiento se ajustó “estrictamente” a la legalidad porque fue avalado técnicamente por “el gerente del Consello Municipal de Deportes y por la jurídica del Ayuntamiento”. “Yo casi ni participé”, aclara. Vilachá explica que se eligió a esa empresa porque, aunque no era la oferta más barata, ofrecía “mejoras como hinchables para los niños pequeños que las otras dos no propusieron”. “Mi hijo ya había trabajado anteriormente para Saudater, pero también para otras empresas similares que, por ejemplo, el verano pasado se encargaron de los socorristas de las piscinas de Monterrei [dependientes de la Xunta de Galicia], así que no es cierto que haya colocado a mi hijo porque se formó para eso y simplemente se busca la vida echando currículums en todas las empresas que pueden darle trabajo de lo suyo”, insiste.

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