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real sociedad-Aberdeen

El Aberdeen se aferra a las ideas

Derek McInnes, técnico del equipo escocés, asegura que sus jugadores tienen nivel suficiente para detener a los realistas

El Aberdeen prueba el césped de Anoeta.Foto: atlas | Vídeo: Atlas

La Real Sociedad recibe este jueves (20.30 horas) al Aberdeen escocés en lo que será el primer partido oficial de la temporada para el conjunto de Jagoba Arrasate. El primero y seguramente uno de los enfrentamientos más importantes del año. Una eliminatoria de ida y vuelta de la Europa League en la que una pizca de desconcentración puede significar marcharse a casa tirando el trabajo de toda una temporada.

Jugar 180 minutos en pleno periodo estival no es cómodo ni para las piernas más preparadas. "Sea el equipo que sea, si estamos a nuestro nivel lo normal es que pasemos", dijo Jagoba Arrasate hace dos semanas. Por desgracia, y por suerte para el espectador neutral, la normalidad no entra dentro de la fórmula del fútbol.

El Montpellier de René Girard, campeón de la Ligue 1 francesa en la temporada 2011-12, cayó abatido un año antes a manos del Györ ETO húngaro en tercera ronda, donde la Real se juega este jueves el futuro de su senda europea. Un susto del mismo estilo estuvo a punto de sucederse en el estadio de Gradski, campo del Slaven Koprivnica, donde el año pasado Athletic tuvo que pedir la hora para superar la ronda. La historia de los torneos continentales está compuesta de episodios de este tipo aunque, como dijo Arrasate, lo normal es que no suceda.

¿Tiene el Aberdeen razones para creer? Tratándose de un equipo escocés, darlos por eliminados siempre es un error. En segunda ronda se enfrentaron al Groningen, una de las sensaciones de Holanda el año pasado, y presumiblemente ligero favorito del cruce. Con el 0-0 del partido de ida jugado en Escocia, donde merecieron recibir un mejor premio, tuvieron que rifarse la clasificación en tierras holandesas. En la vuelta, dos despistes en cinco minutos al término de la primera parte de la defensa local fueron fulminantes.

De cara al enfrentamiento de mañana, Derek McInnes se ha mostrado confiado esta semana al asegurar que sus jugadores tienen nivel suficiente para poder "identificar y anular" a los jugadores con más talento de la Real. Al mismo tiempo, el técnico ha asegurado esta semana que su propuesta no será plantar el "autobús defensivo" en Anoeta. Una afirmación que contrasta con los precedentes. En cualquier caso, el sistema de cinco o cuatro defensas no cambiará el ideal del equipo de McInnes. El balón nunca será la preferencia de los escoceses salvo debacle y goleada realista.

Arrasate ha afirmado que el equipo no está "al 100%", un motivo más para que los escoceses confíen en el milagro
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Frente al Groningen, el planteamiento táctico siempre se construyó sobre dos ejes: solidaridad sin balón y poca circulación del esférico para pisar el área contraria. En el primer aspecto el hombre a seguir es Willo Flood, que junto a Ryan Jack (defensa reconvertido en el medio centro), forman el equilibrio en el medio. Adam Rooney, flanqueado por Hayes -el jugador más desequilibrante- y McGuinn en las bandas (aunque éste suele ocupar posiciones más centrales), será la referencia para la conquista del gol. A su lado lo normal es que Pawlett se encargue de conectar el centro del campo con la delantera. Logan, el lateral derecho, es el más atrevido de la defensa para sumarse al ataque. Aunque contra una entidad como la 'txuri-urdin' seguramente tendrá órdenes de no avanzar metros sin prevención. Considine, en el otro lateral, es más reservado y guarda la posición salvo en situaciones de balones a parado (es el más alto de la línea defensiva). Los centrales, Anderson y Reynolds, no muy altos pero fuertes en el contacto, tienen carencias por arriba y necesitan protección de los compañeros para no mostrar sus carencias. Langfield, a sus 37 años y 1,93 metros de altura, sigue siendo pieza diferencial de los Dons. Los aficionados aún recuerdan la parada que el guardameta escocés realizó en un mano a mano en el minuto 62 del partido de vuelta en Groningen.

Históricamente al Aberdeen siempre se le recuerda por la época triunfadora de sir Alex Ferguson. Casualmente, aquel equipo fue el campeón de la Recopa y la Supercopa de Europa de 1983, eliminando en la final al Hamburgo, el verdugo de la Real Sociedad después de haber caído frente a los alemanes en las semifinales de la Copa de Europa de aquel año. 30 años después, la situación de los dos equipos son como la noche y el día.

Arrasate ha afirmado esta tarde que el equipo no está "al 100%", un motivo más para que el aficionado del Aberdeen confíe en el milagro. Sin embargo, los milagros, milagros son. El entrenador vizcaíno ha intentado tranquilizar al público remarcando que la plantilla se encuentra "en condiciones óptimas" para pasar de ronda. Y es que el rodaje y el ritmo competitivo son importantes, pero la dimensión de uno y otro equipo convierte la eliminatoria en un escenario completamente blanquiazul. No poder contar con Carlos Vela es un hándicap que en principio no es excusa para no dejar medio sentenciada la eliminatoria en Anoeta, aunque la presencia del mexicano siempre es un seguro de vida. El Aberdeen, con todos los jugadores disponibles en sus filas, se agarrará a la filosofía aguerrida implantada por McInnes, que hasta ahora le ha servido para codearse entre equipos de una competición que en su día fue suya.

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