El tesoro del Imperio español
El Joven Coro Nacional de España repasa la relación de nuestro país con las colonias
Todo empezó con la Batalla de Trafalgar. El Imperio en el que no se ponía el sol comenzó a decaer hasta su desaparición total durante el siglo XX. La historia de una serie de varapalos en los que España perdió una a una sus colonias sirve de línea argumental para los dos conciertos con los que se presenta el Joven Coro Nacional de España en el Ateneo de Madrid y el castillo de Buitrago este viernes y sábado, respectivamente. Un paseo por el único tesoro que no se puede perder: el de aquellas músicas de ida y vuelta que forjaron por el oído una relación eterna entre nuestro país y sus colonias.
El Joven Coro Nacional de España (Joconde) espera ansioso su presentación en sociedad este viernes, dentro del Festival Clásicos en Verano organizado por la Comunidad de Madrid. Debutan con un ambicioso programa por cinco siglos de historia imperial, de la Catedral de Puebla a la Córdoba de nuestros días. “Joconde es también un proyecto formativo y hay que trabajar diferentes estilos dentro del repertorio. La música coral forma a los músicos de forma integral. Es un ámbito educativo infravalorado y muy mal gestionado en España. Nuestro objetivo es poner la música coral en valor”, dice la directora de la formación, Nuria Fernández Herranz.
El coro se remonta a un siglo XVII en el que la música española se empapaba de las esencias puras del folclore americano. Arranca el recital con Juan Gutiérrez de Padilla, un gaditano que puso rumbo al Nuevo Mundo para acabar siendo maestro de capilla de la Catedral mexicana de Puebla. 15 minutos de misa cantada será lo que lo represente en este recital, en forma de cantata colorida a doble coro, con ocho voces que construyen una rica armonía barroca.
El resto de la primera parte será una muestra de “una generación injustamente olvidada de la primera mitad del siglo XX”, dice la directora. Músicos hijos de la pérdida de las colonias del 98 que quisieron convertir la crisis en oportunidad. Desgraciadamente, aquella ilusión se truncó por la Guerra Civil. Un ejemplo es Antonio José Martínez Palacios, del que se canta en este concierto su Ave María y que fue fusilado en el 36 en un páramo burgalés. Salvador Bacarisse, representado con dos canciones, tuvo que llevarse su luminosa música enamorada de la guitarra a un exilio doloroso en París. “Muchas de las obras de este concierto solo se han interpretado una vez, y las de Bacarisse las encontramos en la Fundación Juan March y tuvimos que pedir permiso a su hijo para sacarlas del archivo”, cuenta Fernández.
Para la segunda parte, una selección de músicas del siglo XX empapadas de aquella relación entre España y sus colonias que ha trascendido a través de los siglos. Desde Filipinas, una obra de Fidel Calalang mezcla la espiritualidad de un maestro de capilla español con cambios de tonalidad para un Padre Nuestro que no se parece a nada. Interesante la presencia en el programa de una colección de canciones de Leo Brouwer, el que fuera director de la Orquesta de Córdoba y que reunió una divertida amalgama de estilos en su Rondas, refranes y trabalenguas.
Con este programa, el conjunto aspira a demostrar que ha llegado para quedarse. Este coro nada tiene que ver con el Coro Nacional de España a pesar de su nombre. Es una iniciativa privada de la Asociación Musical Cantemus que, aunque se presentó proyecto en mano ante el Inaem, no consiguió que el organismo se interesase. El coro lo forman 24 jóvenes menores de 30 años, ya que el límite aquí lo pone la maduración de la voz y no como en el caso de las jóvenes orquestas, que pueden arrancar con adolescentes. Las cuerdas vocales ponen aquí el tramo de edad oportuno. “Algunos de los integrantes desarrollan ya sus carreras profesionales como músicos y aquí tienen la oportunidad de compartir experiencias. Este proyecto es muy necesario porque no existe nada en España donde jóvenes cantantes de élite puedan trabajar juntos”, comenta Fernández.
Joven Coro Nacional de España. Viernes a las 19 en el Ateneo de Madrid y sábado a las 20.30 en el castillo de Buitrago de Lozoya. Entradas: 8 euros en el Ateneo y 5 euros en Buitrago.
