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“Malas”, y a mucha honra

Unas 40 personas solicitan la apostasía en protesta contra la reforma de la Ley del Aborto La Archidiócesis de Valencia, en la que fueron entregados los escritos, prefiere no pronunciarse

Solicitantes de la apostasía y/o excomunión, este miércoles.
Solicitantes de la apostasía y/o excomunión, este miércoles.

Un grupo de unas 40 mujeres, secundadas por seis hombres, se concentraba cerca del mediodía de este martes junto a la estatua de bronce del que fue arzobispo de Valencia (1946–1966), Marcelino Olaechea, frente al palacio arzobispal de la ciudad. Muchas rellenaban y juntaban con clips unos impresos. "Hemos venido a presentar escritos de apostasía y solicitudes de excomunión en la archidiócesis", decía María Ángeles Bustamante, miembro de la Coordinadora Feminista pel Dret a Decidir, organización integrada en la Coordinadora Feminista y convocante del acto. "Es solo una de tantas acciones que hemos hecho, y que vamos a seguir haciendo, mientras el ministro Gallardón siga con la amenaza de hacernos volver al Pleistoceno y rebajarnos a la categoría de úteros con patas", anunció. Se refería a la reforma de la ley del aborto, que se tramita a iniciativa del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y que se espera sea aprobada tras las vacaciones de verano.

La Iglesia no protege al 52 % de la población, del que formo parte, sino que lo discrimina. Son unos misóginos Solicitante de apostasía

Bustamente explicó por qué su colectivo, a pesar de no reconocer a la Iglesia Católica como interlocutor válido, ha decidido llevar a cabo este acto de protesta: "Respetamos profundamente a los que deciden ser católicos. Sin embargo, no vamos a admitir que cuestiones religiosas presidan el proceso legislativo", aseguró.

En el escrito de solicitud de excomunión se alude a la Ley Canónica 1398 del Catecismo de la Iglesia Católica, que determina la excomunión para aquellos que "procuren o participen en un aborto o la cooperación necesaria para que un aborto se lleve a cabo", así como a la Epístola de Pablo a los Corintios, que reza: "...expulsad de entre vosotros al malvado" (I Cor. 5, 13).

"Somos malas, podemos ser peores", "Aborto libre y gratuito" o "Nosotras parimos, nosotras decidimos" fueron algunas de las consignas entonadas antes de ponerse en fila india junto a la puerta del palacio. Tras pedir silencio, la primera de la cola llamó al timbre con gesto solemne.

"¡Compañeras! ¡No nos abren! ¡No nos movemos, nos quedamos aquí sentadas! ¿Eh?", vociferó una de ellas al primer amago del bedel de no dejar pasar a las apóstatas. Tras una breve discusión, estas empezaron a entrar en grupos para entregar las solicitudes.

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En la puerta, una mujer de impoluto traje blanco, cuidada melena y de cerca de 50 años justificaba su decisión de salir de la familia católica: "La Iglesia no protege al 52 % de la población, del que formo parte, sino que lo discrimina. Son unos misóginos". Un poco más atrás, uno de los seis hombres asistentes a la protesta que acompañaba a una amiga confesaba que habría sido "deseable" ver a más personas de su género.

Esquerra Unida (EU) se ha pronunciado sobre la acción a través de su diputada provincial, Rosa Pérez Garijo, que ha manifestado: "Desde EU sólo podemos lamentar que el derecho a decidir de las mujeres siga sin ser reconocido por la jerarquía eclesiástica, siempre con el absoluto apoyo de una derecha gobernante que no duda en atacar y cuestionar un derecho universal y en poner en riesgo la vida de miles de mujeres".

La Archidiócesis de Valencia no ha querido valorar el acto, ni dar el dato de cuántas solicitudes se han entregado —algunas personas presentaron hasta 10 escritos de conocidos, además del propio—.

Un sacerdote que pasaba por allí se interesó por la causa de la concentración. Al conocerla, se le ensombreció el rostro. Se trataba del padre Juan Andrés Talens, presidente de la Comisión Diocesana para la Familia y en Defensa de la Vida. "Desde luego, es un problema complicado", reflexionó al ser preguntado sobre la polémica. "Sabemos que se seguirá abortando", continuó, "pero la Iglesia debe abogar por la justicia de las leyes. Y entendemos que es de justicia respetar la vida de los no nacidos", concluyó Talens, antes de seguir su camino.

Entrevista a Juan Andrés Talens en 2013.

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