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El campus de Lugo pierde la mitad de alumnos en los últimos 15 años

La Diputación y el Rectorado se unen para promocionar la ciudad fuera de Galicia como destino estudiantil El pinchazo golpea a la hostelería y a las inmobiliarias

Facultad de Veterinaria en el campus de Lugo.
Facultad de Veterinaria en el campus de Lugo.XOSÉ MARRA

El boom de la construcción coincidió en Lugo con los picos más altos de estudiantes matriculados en el campus universitario. En el curso 2000-2001 la matrícula superaba los 10.000 estudiantes, pero, 14 años después, en las 15 titulaciones y en la docena de másteres que se imparten están registrados solo 4.365 universitarios. Ese es el último dato del curso que concluye, ofrecido por el vicerrector de Coordinación, Javier Bueno. “Es en 2000 cuando se alcanza el pico más alto. Teníamos una entrada de alumnos de la universidad procedentes de la enseñanza media mayor de la que tenemos ahora por una causa demográfica. A partir de ahí el descenso es general en casi todos los campos, en unos más pronunciados que en otros”, explica Bueno.

 En la Universidad de Santiago y en la Diputación de Lugo son conscientes del problema y ya tienen en mente “un plan de choque y de impulso del campus” para seducir y atraer a estudiantes de fuera de la provincia. “La pérdida de alumnado es un problema de Galicia que obliga a establecer nuevas prioridades con las que revitalizar la universidad. Este es el compromiso del nuevo equipo rector de la Universidad de Santiago, que compartimos en la Diputación”, admite el presidente provincial, José Ramón Gómez Besteiro.

A esta caída de alumnado se mantiene ajena la Facultad de Veterinaria, auténtico buque insignia del campus de Lugo. Esta carrera registra entre 800 y 900 matrículas, con una oferta anual de 110 plazas y una nota por encima del nueve. El decano, Germán Santamarina, apunta a “un buen apoyo institucional, buen profesorado, buenas instalaciones, una buena adecuación para la creación de un hospital veterinario”, como las fórmulas del éxito de la facultad, que con sus 30 años de vida es una de las más prestigiosas y acreditadas no solo de Galicia sino de España y Europa.

Pero la situación de Veterinaria es una excepción. Los responsables universitarios atribuyen la crisis no solo a razones demográficas sino también al poco conocimiento de la capital provincial como ciudad universitaria. “Pondremos en marcha un plan de becas de investigación y potenciaremos la divulgación científica y la captación de nuevos talentos, ofreciendo oportunidades a los 2.000 jóvenes que cada mes dejan Galicia por el abandono de los gobiernos de la derecha, que no les ofrecen oportunidad laboral alguna para continuar en nuestro país”, anuncia Besteiro. El plan de choque pretende la captación de estudiantes de otras nacionalidades, la potenciación de los cursos de verano y la elaboración de un estudio sobre la posibilidad de utilizar la Granja Provincial Gayoso Castro para la realización de prácticas universitarias.

Frente a la buena situación de Veterinaria y Formación do Profesorado, otras titulaciones como Humanidades y Ciencias sucumben a este pinchazo y solo cuentan con 150 y 350 estudiantes respectivamente. Bueno aboga por divulgar las ventajas de Lugo como ciudad universitaria. “Ofrece una gran calidad de vida para un universitario, una ciudad con un bajo coste de vida, alojamiento, manutención, con una gran comodidad para el estudiantado. Es una ciudad pequeña y se tarda poco en desplazarse. El campus está muy bien localizado, con muy buenas infraestructuras recientes y todo eso es desconocido", presume Bueno.

El vicerrector sostiene que las titulaciones de Lugo tienen además un alto atractivo y salida laboral. “Hay titulaciones de ingeniería que se imparten aquí, como la de procesos químicos industriales en la Facultad de Ciencias, con una alta inserción laboral. También se desconoce que en Lugo se pueden cursar estudios humanísticos y el grado de Ciencias de la Cultura es de alta calidad y con una gran potencialidad para el alumnado. Hay que llegar a los estudiantes de la enseñanza media”, diagnostica Bueno.

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Paco es un joven de A Coruña que ha hecho tres cursos de Obras Públicas y ahora se centra en el grado de Ingeniería Civil en la Escuela Politécnica. Tiene claro que el campus, al igual que la Universidad en general, “empezó a decaer desde que subieron muchísimo las matrículas y las becas se redujeron”. Este estudiante culpa también al Plan Bolonia. “Ahora hay que asistir obligatoriamente a clase, antes no era obligatorio”, objeta Paco, que paga de matrícula sobre 900 euros, a lo que habría que sumar 150 euros al mes con piso compartido y otros 200 euros para gastos.

“Las políticas educativas y económicas en general están produciendo efectos. Cada vez más los hijos de los trabajadores no pueden acudir a la Universidad, bien sea por la tasas o por el descenso de las becas y los ingresos de las familias. el alumnado desciende en el campus de Lugo, pero en los ciclos formativos de FP, el nocturno o en la universidad a distancia aumenta”, dice Xosé Ferreiro, de CIG Ensino.

La decadencia del campus repercute en otras actividades económicas de la ciudad. El sector de la hostelería sufre este frenazo, admite el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo, Cheché Real. “Una ciudad de 100.000 habitantes a la que le quitan 6.000 o 7.000 estudiantes que traían consigo familiares lo nota mucho”, esgrime Real.

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