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Fomento abandona un tramo del AVE al que adjudicó 92 millones

Los siete kilómetros de la variante de Láncara están vallados y sin uso desde 2012

Obras paralizadas de la variante en A Pobra de San Xiao (Lugo).
Obras paralizadas de la variante en A Pobra de San Xiao (Lugo).XOSÉ MARRA

En A Pobra de San Xiao (Lugo) y su entorno hay 14 pasos a nivel en la vieja línea ferroviaria inaugurada hace 131 años que parte en dos este pueblo de 700 habitantes. A su lado languidece una moderna variante ferroviaria, el primer tramo de altas prestaciones levantado en la provincia, que el Ministerio de Fomento decidió abandonar hace dos años, tras adjudicar 90,5 millones a la obra en 2007, así como millón y medio más al proyecto y al estudio informativo tres años antes. Se construyó la plataforma, se horadaron dos túneles, se levantaron cinco viaductos e incluso se cimentó la nueva estación. Y hasta hoy. A pesar de que el grueso del trazado está prácticamente rematado, los siete kilómetros de variante están vallados y sin uso desde 2012 mientras los trenes siguen serpenteando curvas entre las casas y calles de A Pobra, en el municipio de Láncara.

Las obras de la plataforma para doble vía electrificada y de ancho internacional comenzaron en 2007, justo antes de la recesión que sumió a Fomento, el ministerio inversor, en una oleada de recortes sin fin. Tenían un plazo de ejecución de 40 meses, así que a mediados de 2010 deberían de haber estado rematadas, pero, cuatro años después, permanecen estancadas, cuando apenas resta por rematar un cuarto del proyecto. La variante es una moderna isla en medio de la vetusta red ferroviaria de esta provincia. Aunque forma parte de la conexión de altas prestaciones entre la capital luguesa y Ourense, el hub de la alta velocidad ferroviaria en Galicia, el impulso para este tramo llegó de la mano del plan de seguridad en pasos a nivel ideado por el Gobierno. Los técnicos explican que una inversión de entre siete y ocho millones sería suficiente para que pudiesen circular los trenes convencionales.

De hecho, a finales de 2006 y ante el retraso en los proyectos para la modernización del resto de la línea —entonces ni siquiera disponía de declaración de impacto ambiental— el ministerio se cubrió las espaldas al adjudicar los trabajos y ordenó instalar vía única de ancho ibérico con traviesas polivalentes para dar continuidad así al viejo trazado, mejorar la seguridad al suprimir pasos a nivel y reducir de forma significativa los tiempos de viaje. La nueva estación también quedó a medias. El proyecto incluye un cambio de ubicación del antiguo apeadero, actualmente sin uso, enclavado junto a sus respectivos pasos a nivel en la principal vía de comunicación del pueblo. Cuando entre en servicio funcionará como PAET (puesto de adelantamiento y estacionamiento), un apartadero que permite el cruce de trenes en líneas con una sola vía.

La modernización del resto de la línea también está congelada porque no es prioritaria para Fomento. De los 104 kilómetros proyectados que dejarían el viaje entre ambas ciudades en 45 minutos —hoy se tarda hora y media— solo hay tierra removida en San Xiao, mientras que el resto del trazado dibujado a base de variantes y mejoras en el corredor del siglo XIX sigue atascado en algún despacho. Gran parte del trazado está pendiente de una decisión política ya que, según las fuentes consultadas, los proyectos de algunos subtramos ya fueron entregados en 2013 y nunca más se supo.

A los vecinos les parece “ilógico” que no entre en servicio e incluso se han manifestado para reclamar su terminación. “Lleva así al menos dos años y lo usamos para pasear con el perro porque es llano”, dicen junto a la estación dos mujeres con ropa deportiva. “Que la terminen de una vez. Si no lo hacen han tirado dinero que hacía falta para otras cosas”, afirma un hombre en la puerta de un bar cercano. Y todos desconfían de que Fomento vaya a retomar la obra: “No hay dinero y menos para Lugo”. Los pasos a nivel han marcado la vida vecinal, y más la de las familias salpicadas por accidentes. El Ayuntamiento de Láncara calcula que en los últimos 50 años han muerto sobre las vías una decena de personas. El último, en septiembre, cuando un joven de 19 años falleció arrollado por un convoy de mercancías al cruzar por un paso peatonal para ir a la parada del bus. Y es que los raíles parten el pueblo en dos, pero hace lustros que ningún tren para en A Pobra de San Xiao.

“Se reanudará en verano”

P. T.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, asegura que las obras de la abandonada variante se retomarán este verano, “seguramente a finales de junio”. La ralentización empezó con el anterior Ejecutivo socialista, pero la paralización total llegó con el PP. De hecho, en agosto de 2013 fueron tapiados los túneles, cuando las hierbas volvían a crecer a sus anchas en el nuevo trazado. Para Catalá “hay que identificar prioridades en la ejecución de obra pública” y este tramo “se subordina a la inversión en otras actuaciones”. “Hay algún asunto administrativo de reasignación de anualidades pero, en todo caso, la previsión de los servicios técnicos es que a finales del mes de junio se retomarán los trabajos”, explica.

Fomento matiza que va a invertir 4,6 millones durante 2014 en A Pobra, aunque los papeles contradicen esta afirmación. En 2013, los Presupuestos del Estado dedicaban algo menos de un millón a la obra, pero no fue invertido ni un euro, a excepción del reducido coste de los muros de bloques de hormigón que cierran los túneles. En 2014 esos mismos presupuestos solo reservan 600.000 euros para obras del tren en toda la provincia.

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