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Hacienda investiga si el implicado en un fraude es dueño de un coche de Eva Braun

Un presunto defraudador exhibe un Mercedes, que según él, uso la pareja de Hitler

El Daimler Mercedes que se exhibe como el coche de Braun
El Daimler Mercedes que se exhibe como el coche de BraunLALO R. VILLAR

Una de las mayores estafas de IVA comunitario descubiertas por Hacienda en Galicia ha llevado al fisco a rastrear la fortuna del principal acusado, el empresario Manuel Ferreira González, para el que la fiscalía pide una condena de 12 años de prisión y multa de 5,9 millones. Entre su ostentoso patrimonio aparece una valiosa colección de coches antiguos y de competición que Ferreira reúne en un museo a las afueras de Vigo. Un Daimler Mercedes Benz 540k Roadster Cabriolet fue su última adquisición, hace dos años, en una subasta en Londres, por el que habría pagado siete millones de euros. Ferreira exhibe el exclusivo vehículo asegurando que perteneció a Eva Braun y que así lo certifica la documentación que le fue entregada cuando lo adquirió. Es uno de los modelos de la casa alemana que Adolf Hitler encargó en los años treinta del pasado siglo para la que entonces era su pareja.

El diseño del vehículo, para los entendidos, presenta llamativas diferencias del modelo en serie que comercializó Mercedes Benz en aquella época, supuestamente para adaptarse a la seguridad que requería la mujer del Führer. La silla plegable para el guardaespaldas en la parte trasera o la urna para la ametralladora, junto a la rueda de repuesto, son algunos de esos extras que lo hacen exclusivo. Manuel Ferreira González, de 49 años, comenzó con un taller de chapa y pintura y luego se especializó en la electrónica, su gran pasión junto a la colección de coches con historia. Su salto a las telecomunicaciones fue en realidad lo que le catapultó como empresario de éxito y una de las grandes fortunas de la ciudad. Reservado y huidizo, Ferreira, sin embargo, además de por su dinero, es famoso por su alarde de ostentación. Dos costosos modelos Aston Martin forman parte de sus últimos utilitarios.

El museo de coches que lleva su nombre expone más de un centenar de toda clase de marcas y cilindradas cuyo valor es incalculable. Situado en el bajo de una de sus empresas, la colección está abierta de vez en cuando al público a cambio de un pequeño donativo de apenas un euro que, según algunas fuentes, va a parar al cepillo de un convento de monjas de Vigo.

Mientras se adjudicaba el Daimler Mercedes que supuestamente perteneció a Eva Braun —después de adquirir otro exclusivo automóvil vendido por un jeque árabe—, el empresario era objetivo de la Agencia Tributaria. En 2007, los inspectores destaparon un sofisticado fraude de IVA tipo carrusel, presuntamente ideado por Ferreira, que consistía en realizar operaciones comerciales intercomunitarias con derecho a devolución de impuesto pero que en realidad eran ficticias. Con 17 empresas dedicadas al sector de telefonía y productos electrónicos —el grupo Redcom y Telenet Central Logística— Ferreira venía operando desde principios de 2000 y solo en tres años presentó facturas para devolución del IVA por 20 millones de euros. Por la supuesta facturación de mercancía fantasma a distintos países, principalmente Portugal —donde utilizaban como sede una casa donde se alquilaban habitaciones—, Ferreira y sus dos socios, uno de ellos ya fallecido, se enfrentan a un juicio por delito contra la Hacienda Pública.

El fiscal solicita para el empresario más de 12 años de cárcel y una multa de casi seis millones de euros por los cuatro años de inspección que realizó Hacienda, en los que Ferreira habría simulado ventas a testaferros en Brasil, Holanda, Portugal, Italia y Dinamarca. Ninguna de las empresas a las que se le facturaba disponía de infraestructura, como instalaciones o recursos humanos, y solo contaban con una dirección postal.

En el rastreo que está haciendo la Agencia Tributaria de las numerosas propiedades del empresario para garantizar el pago de las multas que tendrá que abonar tras el juicio, también aparecen tres chalés a nombre de Ferreira y de su mujer —socia en las empresas de telecomunicaciones— a la que finalmente el fiscal de Delitos Económicos de Pontevedra dejó fuera de su escrito de acusación.

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Llaman la atención los chalés que poseen a pie de playa, uno distante 20 kilómetros del otro. Durante los últimos años, el matrimonio veraneó en Panxón, en el municipio pontevedrés de Nigrán, en una vivienda discreta, construida en la parte trasera del solar. Pero la pareja optó por trasladarse a primera línea de la costa, tras una permuta y el pago de una cantidad por la plusvalía del nuevo terreno. En agosto, el matrimonio Ferreira se mudó, sin embargo, desde su recién estrenado chalé a pie de playa en Panxón a otro ubicado en una zona menos bulliciosa de Playa América.

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