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Para comértelas con los ojos

El IVAM fusiona obras de arte y cocina en un proyecto que mezcla a Man Ray con Quique Dacosta

Ferran Bono
Obra de Chema Madoz en la exposición del IVAM sobre arte y gastronomía.
Obra de Chema Madoz en la exposición del IVAM sobre arte y gastronomía.MÒNICA TORRES

Si André Breton dijo que “la belleza será convulsiva o no será”, y Dalí le respondió que “la belleza será comestible o no será”, la exposición La cocina de la pintura apuesta por una sentencia apócrifa inspirada en un piropo de rancio y rijoso abolengo, “la belleza se come por los ojos”. Porque este es el ánimo que debe tener el espectador para disfrutar y “devorar” con la mirada las obras de Man Ray, Chema Madoz, Miquel Barceló, Paul Klee, Equipo Crónica, John Baldessari o Eduardo Arroyo, invitó ayer el comisario de la muestra, Fernando Castro.

Y si “los ojos tienen una dimensión carnívora”, ¿por qué, “no revisar la historia del arte de una manera no lineal” para establecer un canon “de bellezas comestibles”?, argumentó el crítico de arte en la curva ascendente de su razonamiento, con el que presentó la exposición incluida en el proyecto Arte y gastronomía del IVAM. El Institut Valencià d’Art Modern pretende maridar artes plásticas y cocina hasta el 7 de julio. Para ello ha sacado de su colección un centenar de sus obras, que refieren literal o metafóricamente al acto de comer, asociado al de beber, amar o morir.

“En el fondo, todo es erotismo”, dice Castro. En consecuencia, el abanico temático es tan amplio como variado. Se muestran desde niños que mueren de hambre, como los retratados por Josep Renau en Un regalo para los hambrientos de su serie American way of life a los bodegones de Pedro de Valencia o Muñoz Degraín, pasando por fotografías costumbristas de Cristina García Rodero o por un cortometraje a lo Lumière de Bigas Luna, con una mujer desnuda amamantando a su hijo en mitad de un campo.

La exposición fusiona obras de arte contemporáneo con cuadros clásicos del Museo de Bellas Artes de Valencia y azulejos de siglos pasados procedentes del Museo Nacional de Cerámica González Martí. El propósito es recorrer “un camino estético e innovador a partir de la interrelación con de la tradición, la modernidad y las artes”, apuntó la directora del IVAM, Consuelo Ciscar.

Con motivo de la muestra, patrocinada por Heineken, el museo ha organizado también unos Encuentros culinarios en torno al arte y la gastronomía, dirigidos por Juan Lagardera y Santos Ruiz, que convocarán a los cocineros y reposteros valencianos más pujantes. Entre ellos, los responsables de restaurantes con una estrella Michelin, como Susy Díaz (La Finca, en Elche), Alfonso Egea (Casa Alfonso de la Dehesa de Campoamor, Alicante), Ricard Camarena (en Valencia), Bernd Knöller (Riff, Valencia), Jorge Bretón y Javier Andrés (La Sucursal, Valencia) o Kiko Moya (l’Escaleta, Concentàina). También participarán Quique Dacosta (en Dénia, con tres estrellas Michelin) o el pastelero Paco Torreblanca, que presentará un Dulce performance. Los encuentros tuvieron un aperitivo el pasado miércoles con una velada dedicada a las tapas valencianas y al nuevo concepto de cóctel, en la que triunfó un whisky-sour.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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