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Argensola habla italiano

Italia se hace un hueco en Alonso Martínez. Unas pocas manzanas aglutinan la esencia del país, que este año es el invitado de la Feria del Libro

Una selección de platos de Fratelli la Búfala.
Una selección de platos de Fratelli la Búfala.CARLOS ROSILLO

El mejor embajador de Italia es su arte, de la moda a la arquitectura, pasando por la música y la literatura. La Feria del Libro de Madrid tiene este año al país como invitado, pero hace tiempo que Italia se hizo un hueco en Madrid para quedarse. En torno a la calle Argensola, a la espalda del bullicio de Génova, unas cuantas manzanas engloban un conjunto de establecimientos italianos que apuestan por la autenticidad: ni manteles de cuadros ni banderitas tribanda verde, blanco y rojo.La zona de Alonso Martínez esconde entre sus calles una pequeña Italia.

» Pulcinella (Regueros, 7). La decana de las trattorias italianas del barrio. Con Enrico Bosco al frente, esta casa de comidas tradicional tiene el certificado Ospitalitá Italiana que otorga la embajada a los establecimientos que respetan y cuidan la cultura italiana. Con 18 años a sus espaldas, por sus mesas han pasado desde políticos hasta el Príncipe. Incluso la harina para las pizzas la traen de Italia. “No tenemos plato estrella: el plato estrella es el que al cliente le siente bien”, dice Bosco.

» Capperi (Fernando VI, 2). Carlos Peña y Manuel Baena decidieron montar esta tienda para “darle a la clientela del barrio unos productos que no se encuentran en otro lugar”. Entre sus productos, todos exportados, destacan la botarga de atún (huevas de atún de Cerdeña), una selección de productos elaborados con trufa y vinos de todas las regiones italianas.

» Fratelli La Búfala (Argensola, 7). Franquicia de una cadena fundada por tres hermanos de Caserta que tienen restaurantes por todo el mundo. Hacen pizza en horno de leña y tienen cuatro cartas, una por estación. “ Muchas veces es más complicado encontrar una buena pizza que una buena pasta”, explica su gerente napolitana, Anna Brescia. En Fratelli La Búfala, hasta el agua y el café son italianos.

» Antaura (Argensola, 16). Esta tienda delicatessen tiene una selección de lo mejor de cada país, con una parte dedicada a la gastronomía italiana. Santiago Jiménez, dependiente de la tienda, afirma que lo que más éxito tiene son los grissinis y las bolsas de pasta Garofalo, que “algunos clientes se llevan por docenas”.

» La Tavernetta (Orellana, 17). Con una imagen más moderna, en sus fogones solo se hacen desde hace tres años las recetas de la familia del chef, Angelo Loi. Platos de Cerdeña para los que Loi se trae los productos de la huerta de su finca italiana. Presume de poder llamar a sus clientes por su nombre y de las recetas de su abuela, como las albóndigas de berenjena, patata y queso de oveja. Aquí no encontrarán mozzarella.

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» Poncelet (Argensola, 27). “Italia es uno de los países principales en cuanto a producción quesera junto con España y Francia, en cuanto a variedad y cantidad”, explica Sacha Fernández, de Poncelet. En esta tienda de quesos hay una treintena de productos italianos de norte a sur: desde piacentino di Enna con azafrán y pimienta a un parmesano con siete años de curación.

» Totó e Peppino (Fernando VI, 29). Esta trattoria a un paso de la plaza de las Salesas se hizo famosa por ser la que surtía de pizzas, tras los partidos, al Real Madrid, a instancias del jugador Fabio Cannavaro. Su plato estrella es la pizza napolitana hecha en horno de leña.

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