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Catálogo de modelos para un centro de Madrid para los peatones

Las capitales españolas buscan nuevos modelos de ciudad reduciendo el tráfico en el centro La recuperación de las calles para el peatón se convierte en uno de los objetivos

La plaza de Callao de Madrid, una zona de paso poco arbolada y con escasos bancos.
La plaza de Callao de Madrid, una zona de paso poco arbolada y con escasos bancos.SAMUEL SÁNCHEZ

Según el informe de 2010 sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción, en España hay 34,6 millones de personas (el 74% de la población) que están expuestos a niveles que superan el máximo recomendado por la OMS de partículas PM-10 (polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen). Las ciudades españolas necesitan de un nuevo modelo para reducir sus niveles de contaminación y buscan formas urbanísticas para convertir las ciudades en lugares más habitables. Madrid ha anunciado que peatonalizará cuatro zonas (Carretas, Cava de San Miguel, plaza de Celenque y entorno de Conde Duque) y que subirá el precio del aparcamiento en el centro de la ciudad. Esta medida contra la contaminación que pone en marcha el Gobierno de Gallardón le permitirá pedir la moratoria a la Unión Europea después de superar los límites de contaminación, y así evitar que le sancione. Pero otras ciudades ya se le han adelantado en la búsqueda de un urbanismo más sostenible. Estos son sus modelos.

Sevilla: la ciudad conservadora ante la cruzada contra el coche

Sevilla es una ciudad a la que le cuesta asimilar los cambios. Cuando Alfredo Sánchez Monteseirín llegó a la alcaldía de Sevilla en 1999 (estuvo hasta las pasadas elecciones) uno de sus objetivos y lemas fue hacer de Sevilla "la ciudad de las personas". El Ayuntamiento presentó un plan para reorganizar el centro de la ciudad apostando por la peatonalización de las grandes plazas y calles. El plan era "convertirse en una ciudad más humana, más habitable, mas de todos".

Avenida de la Constitución de Sevilla.
Avenida de la Constitución de Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

Sevilla peatonalizó la vía más importante de la ciudad, la Avenida de la Constitución, para salvar la piedra de la fachada de la Catedral, muy afectada por la contaminación provocada por el tráfico. Sánchez Monteseirín ideó un plan de peatonalización que vetaba al coche, además, la calle San Fernando, la Puerta de Jerez y la plaza Nueva, donde está el Ayuntamiento. Para recorrerlo, el Consistorio construyó un polémico tranvía: un kilómetro y medio de recorrido que costó a las arcas municipales 83 millones de euros.

La capital andaluza ha peatonalizado desde 2006 una veintena de calles, entre ellas lugares emblemáticos del centro como la plaza de la Encarnación, ahora irreconocible por el proyecto Metropol Parasol o la arteria comercial del barrio de Triana, la calle San Jacinto. "Sevilla está mejorando la habitabilidad de sus mejores espacios. Las actuaciones que se están realizando en la ciudad son muy adecuadas", explica José María Ezquiaga, arquitecto y Premio Nacional de Urbanismo. A estas peatonalizaciones se sumó la creación de una serie de anillos concéntricos para el tráfico unidireccionales siguiendo el modelo del ring vienés y el Plan Centro, un dispositivo municipal de cámaras de vigilancia por el que se limitaba el acceso al casco histórico y se enviaban multas a los propietarios de vehículos que excedieran los 40 minutos con el coche en el interior del casco histórico. El plan fue derogado por el sucesor de Sánchez Monteseirín, Juan Ignacio Zoido (PP) el pasado 29 de julio.

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En conceptos de sostenibilidad, el Ayuntamiento tiró de losas de granito para transformar estas plazas y, excepto en el caso de la Plaza de la Encarnación, la oposición le ha echado en cara la falta de arbolado en las zonas peatonalizadas.

Bilbao: la recuperación de la ría que cambió la urbe industrial

La plaza de Indautxu después de la remodelación.
La plaza de Indautxu después de la remodelación.LUIS ALBERTO GARCÍA

Bilbao vio en la recuperación de la ría la oportunidad para transformar la ciudad. Atrevida y estudiada es la renovación de Bilbao por el proyecto Bilbao Ría. "Fue el paso para dar el paso a la ciudad postindustrial. El casco histórico mira a la ría, pero el crecimiento de Bilbao en el siglo XIX hizo que el río fuera la arteria de actividades industriales y portuarias", explica Ibon Areso, teniente de alcalde del Ayuntamiento bilbaíno. La idea es que dentro de un anillo que incluye el centro y el ensanche (el casco histórico de Bilbao ya era peatonal) solo circulen peatones y transporte público. "El 60% de los viajes que se hacen en la ciudad se hacen andando, y en coche solo un 14%", explica Areso.

Ejemplos de una peatonalización sostenible son la plaza Zabalburu ("La idea es que haya más terrazas, fomentar el comercio, competir con los centros comerciales de la periferia..."), la vistosa plaza Indautxu ("Aunque sea una zona de paso, si una plaza tiene arbolado, deben forzarse los diseños para mantenerlo. El árbol no es un elemento supercostoso: su valor son los años") y la joya de la nueva Bilbao: la ría.

"En los años setenta la industria de la siderurgia entró en crisis, y tuvo un impacto social y urbano. Hubo un 25% de paro en el área metropolitana. Ante esa situación el Ayuntamiento tuvo que reaccionar para crear empleo", explica el teniente de alcalde. Así comenzó la aventura de la transformación de la ría de Bilbao. Luego llegó el icono del Guggenheim y el paseo de Abandoibarra, las amplias zonas verdes y los miradores en escorzo sobre el agua, que le valió a la ciudad el primer premio de la Bienal de Venecia en la categoría de Ciudades frente al agua. Y con estos cambios, regresó el tranvía. "Es un elemento ecológico, complementario de otros transportes que está en continuo crecimiento y que no afecta al tráfico porque va por una plataforma propia", explica Areso.

El Paseo de Abandoibarra, en Bilbao.
El Paseo de Abandoibarra, en Bilbao.SANTOS CIRILO

"El proyecto de Bilbao es complicado. El norte de España históricamente tiene una tradición de diseminar o dispersar. Ese disperso que en un principio era rural, ahora es un trozo de ciudad, y es muy difícil de reconvertir", explica José Fariña, profesor de Urbanismo de la ETSAM. Ezquiaga no opina lo mismo. "Es un cambio de filosofía de cara a dar otro espacio al peatón en la gran vía de Bilbao. En la Gran Vía de Madrid se podría permitir solo el paso al transporte público", explica.

Barcelona: un proyecto faraónico que se mira en Vitoria

Las llaman supermanzanas. Son un conjunto de manzanas y calles en las que las grandes vías que la enmarcan son ejes de circulación para los coches y las calles menores e interiores pasan a ser un espacio para residentes, ciclistas y peatones, con anchas aceras y más arbolado. Es el proyecto del Ayuntamiento barcelonés (CiU), aunque aún es solo un proyecto.

"No somos enemigos del tráfico, pero dentro de años tendremos un coche eléctrico. Lo que tiene sentido es generar espacios en la ciudad en los que es más cómodo y rápido ir a pie", explica Antoni Vives, tercer teniente de alcalde de Barcelona. Por poner un ejemplo: el Ayuntamiento calcula que, en el distrito de Gracia, las proporciones entre calzada y acera son de 54%-46%. Con las supermanzanas, habría un 75% de espacio para el peatón y un 25% para los coches.

Se apoyan en el concepto de "hábitat urbano", en el que suman conceptos como reciclaje, urbanismo, arquitectura, infraestructura, vivienda o medio ambiente. "Lo que se está haciendo en Barcelona, se está haciendo en una zona fácil, la del ensanche. Lo que me gustaría es que eso se intentara en la periferia fragmentada, que desde el punto de vista social es terrible", explica Fariña. En cuanto a esa periferia y mirando al monte, el Ayuntamiento ha creado el proyecto de las Puertas de Collserolla en el Tibidabo. 16 espacios en los que se crearán párkings para que la gente deje el coche, y desde ahí se muevan en dirección a la ciudad a pie, en bicicleta y a caballo, según el Consistorio.

Pero a Barcelona aún le queda mucho. Hay proyectos que llevan años estancados, como el de la Plaça de les Glories y el gran parque de La Sagrera. Este último, que ocupa el corredor ferroviario de La Sagrera y Sant Andreu es el plan para ocupar el espacio resultante tras el soterramiento de las vías del AVE. Más de 200.000 metros cuadrados en los que predominará la zona verde. Pero en plena crisis, ¿habrá dinero? "Se trata de renaturalizar Barcelona. La ciudad, financieramente, no está tan mal, es de las que están mejor. Atrae mucho turismo pero también a muchas empresas", explica Vives. La deuda de Barcelona es de 1.000 millones de euros, casi una séptima parte de la de Madrid.

Zaragoza: el legado del espíritu de la Expo

Zaragoza no aspira tanto a la peatonalización como a dar un mayor espacio al transeúnte. Tras la recuperación del río como eje de la vida de la ciudad en la Expo del Agua de 2008, han creado un proyecto de itinerarios peatonales dentro del Plan de movilidad sostenible. ¿Qué son los itinerarios peatonales? "Calles en las que habrá aceras más amplias o bulevares que den continuidad peatonal", explican desde el Consistorio.

Siguen el modelo del barrio zaragozano de Actur, que se levantó durante los setenta para acoger a la gente que venía de la provincia a vivir a la ciudad. "Se trata de una zona con presencia de calles anchas, con amplias aceras y muchas platablandas o zonas ajardinadas", explican fuentes municipales.

Nueve itinerarios que llegan de todos los rincones de la ciudad y que suponen un reto para el Ayuntamiento. Seguirán el modelo de las actuaciones que se están haciendo en Isabel la Católica, el eje del tranvía, que también ha vuelto a Zaragoza. Se espera que el tranvía recorra todos estos itinerarios y que conecte los barrios más alejados con el centro de la ciudad. Pero aún es solo un proyecto.

¿Y Madrid?

Las plazas de Madrid que han sido peatonalizadas han apostado por las losas de granito y tienen poco arbolado. Un modelo opuesto es el de la plaza de Santa Bárbara, con predominio del árbol y espacios para que el peatón encuentre descanso. "Se explica que Callao y Sol son espacios históricos y por eso se es más reacio al árbol. Pero el árbol no es enemigo de la arquitectura: si tuviera que elegir entre arquitectura y árbol, me quedaría con el árbol. El Retiro es un bello ejemplo de convivencia, ¿por qué no van a convivir en Sol o en la Gran Vía?", explica Ezquiaga.

El Ayuntamiento de Madrid le encargó el Proyecto Madrid Centro, un plan para Madrid que incluía las supermanzanas de Barcelona, y que propone una alternativa a medio camino entre la peatonalización radical y las áreas de residentes. "El Ayuntamiento está estudiando su viabilidad y en su momento lo esgrimieron como bandera los ciclistas, porque les beneficia", explica Ezquiaga. Por ahora no hay señales del Consistorio, excepto la peatonalización de las cuatro zonas.

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