El nuevo ritual del matrimonio católico corrige enfoques machistas

El nuevo ritual del matrimonio, que entró en vigor en marzo pasado en la Iglesia católica, retoca fórmulas y ceremonias para evitar expresiones discriminatorias hacia la mujer. "No es que el anterior fuera machista y éste feminista, sino que se ha pulido su lenguaje para adaptarlo a los tiempos", dijo en la presentación Concepción González, secretaria de Liturgia de la Conferencia Episcopal.González destacó que, según las nuevas disposiciones, se subraya que a fidelidad es "obligación de ambos esposos". La bendición nupcial sufre variaciones significativas: antes se invocaba la bendición de Dios sólo sobre la esposa y se hablaba de sus deberes. Ahora se pedirá por ambos contrayentes y se les recordará el común imperativo de fidelidad.

Por otra parte, las arras -que simbolizan la aportación de bienes al matrimonio- las entregarán ambos cónyuges, y no sólo el hombre como ahora, se constata así la nueva situación social de las mujeres.

Se incluye además, con carácter opcional, algún rito de origen hispano-mozárabe, como el velo blanco y rojo que se impone sobre la cabeza de la novia y los hombros del novio: esta velación estuvo vigente en España -en especial en Toledo- hasta el Concilio Vaticano II.

El nuevo ritual del matrimonio, aunque fue aprobado hace seis años por el Vaticano, se acaba de editar ahora en España. El retraso se debe, precisó González, a problemas de traducción, de estudio de la tradición y asimismo a la inclusión de melodías en la edición.