Napoleón no fue envenenado con arsénico
La hipótesis de que Napoleón fue envenenado con arsénico por sus guardianes cuando estaba prisionero en la isla de Santa Elena, donde falleció, ya no se sostiene. Científicos italianos han realizado un nuevo análisis de sus cabellos por física nuclear y han constatado que el aumento del contenido de arsénico al final de su vida no fue significativo. El estudio no excluye, sin embargo, que la exposición al arsénico a lo largo de toda su vida contribuyera a su muerte.
Se han analizado cabellos de Napoleón de varias épocas: cuando era un niño en Córcega, durante su exilio en la isla de Elba, el día de su muerte en Santa Elena (5 de mayo de 1821) y un día después de su muerte. También se han analizado pelos de su hijo, el rey de Roma, de los años 1812, 1821 y 1826 y de la emperatriz Josefina, recogidos a su muerte en 1814. Las muestras han sido proporcionadas por museos de Parma, París y Roma. Como control se analizaron cabellos de 10 personas vivas.
Los pelos de Napoleón se introdujeron en cápsulas y se insertaron en un pequeño reactor nuclear de investigación en Pavía. Con una técnica de activación de neutrones, que no destruye la muestra, se comprobó que todos presentaban trazas de arsénico. De hecho, el contenido de este veneno en las muestras de hace 200 años es al menos 100 veces mayor que el de los cabellos actuales. Esto indica que a principios del siglo XIX se ingería arsénico presente en el medioambiente en unas cantidades consideradas actualmente como peligrosas.
Sin embargo, el contenido de arsénico no varió a lo largo de la vida de Napoleón, lo que excluye que fuera envenenado, explican los científicos del Instituto Nacional de Física Nuclear, que publicarán su análisis en la revista Il Nuovo Saggiatore.
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