Alejamiento democrático
Ante lo complejo de las relaciones económicas mundiales, no hay ninguna instancia nacional que pueda hacer frente a esta situación. Para ello los Estados crean instituciones (Banco Mundial, FMI, etcétera). Las medidas de estas instancias inciden en mayor manera sobre la economía globalizada que cada país por sí solo. Las decisiones de estos entes carecen de legitimidad democrática, pues no tienen que responder ante los ciudadanos. Esto es una pérdida de soberanía estatal y un paso hacia atrás en la democratización institucional. En países débiles las urnas se ven cuestionadas por el FMI, lo que indigna a los ciudadanos, pues élites burocráticas manejan la voluntad popular, a la que son hostiles. Esto perjudica al sistema, mina su credibilidad y da pie a la no participación ciudadana por impotencia ante esos poderes no democráticos. La derecha es la responsable de esta desafección; su pensamiento único va contra cualquier sistema democrático y por eso ya se oyen voces en la derecha española que instan a tener un Gobierno único nacional, o sea, volver a los tiempos de dictadura.
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