Una galería de arte desmontable
Un proyecto artístico efímero y autogestionado por cinco jóvenes afincados en Madrid recorrerá la ciudad con distintos formatos a lo largo del año
Es, como su nombre indica, una propuesta fugaz. Surge de la inquietud de un grupo de jóvenes amigos de Madrid. Y viene a demostrar, una vez más, que algo se mueve en esta ciudad más allá de la cultura institucional. Esta edición, la segunda de Fast Gallery, lleva el apodo de Los niños terribles, en honor de la novela Les enfants terribles (1929) del poeta, novelista, dramaturgo, pintor, diseñador, crítico y cineasta francés, Jean Cocteau (1189-1963). No es casual. Esa obra, escrita en poco más de 17 días por este autor multidisciplinar aficionado al opio, plasma la figura del niño artista que se desvincula de la realidad y se crea su espacio para desarrollar inquietudes fuera de un mundo que le da la espalda.
Pues bien, este proyecto autogestionado, que se inauguró el pasado jueves en un local, en el número 16 de la calle de Antonio Leyva, y que durará sólo 15 días, nace bajo esa máxima: "No ocupes un espacio, créalo", en palabras de uno de sus promotores, José Salas, diseñador de 28 años.
Tendrá sucesivas ediciones y recorrerá Madrid con distintos formatos: "Puede ser una furgoneta que viaje por la ciudad, un concierto o una comida". Esta vez se trata de una exposición colectiva de obras plásticas, pública y gratuita, pero también un espacio efímero que fusiona arte, música y entretenimiento. Todo en una antigua tienda de parqués.
"El movimiento genera movimiento", dice Alfredo Rodríguez, artista de 32 años y también del equipo motriz del proyecto. "La primera edición de Fast Gallery -Exposición secreta-, se celebró en un piso vacío del centro. Teníamos un espacio y decidimos hacer algo con él. Fue un éxito, y otros artistas empezaron a proponerse para colaborar. Esta vez teníamos las obras y faltaba el espacio", cuenta Rodríguez.
Tenían, por ejemplo, la obra pictórica de José Díaz (Madrid, 1981), de Pedro Zamora (Madrid, 1980), de Rubenimichi (Michi Cabrerizo Laiz -Cartagena, 1968- Rubén Bartola García -Ávila, 1976- y Luisjo Suárez Álvarez -Asturias, 1976-), de Miguel Velacoracho (Madrid, 1975); los dibujos en gran formato del propio Alfredo Rodríguez y las intervenciones plásticas de Carlos Monleón (Madrid, 1983), Nano4814 & Belén López (Vigo, 1978; Alicante, 1982) y Pablo Pérez Sanmartín (Pontevedra, 1980). Todos artistas emergentes que trabajan distintas disciplinas en la capital con más o menos visibilidad, y que van desde la moda o la música, al graffiti o la pintura.
El espacio. Ésa es la creación que implica este proyecto. Una propuesta que, sin quererlo, denuncia la falta de lugares y de flexibilidad que existe en el ámbito cultural de esta ciudad. "En el centro todo era muy caro, nadie alquila por 15 días, había que pagar una entrada altísima, está todo enfocado al mercado y nosotros no queremos hacer negocio, sólo queremos mostrar lo que hacemos o lo que hacen otros, crear puntos de encuentro que generen tejido cultural", cuenta María F. Espada, cocinera y estilista de alimentación, y también promotora de Fast Gallery. "La creación surge en ambientes distendidos, no es rígida; la mayoría de los que participamos en esto estamos interesados por diferentes manifestaciones artísticas y nos hemos conocido compartiendo ocio y diversión", añade Norah Delgado, 26 años, filósofa y traductora.
Quizá por eso, aparte de la muestra, habrá otras actividades (http://fastgallery.blogspot.com) que van desde la proyección de películas (Super Ochos, de David Domingo), hasta ágapes de media tarde (Popsicles, icicles), pasando por un concierto del grupo madrileño Sacramento. Quizá por eso también, el proyecto se ubique en la tienda de suelos "de un amigo", señala el diseñador Roberto Salas. "Nos lo han cedido 15 días". Ahora ellos la han convertido en una efímera galería de arte.
Fast Gallery. Calle Leyva 16. Metro Marqués de Vadillo. Del 12 al 15 de marzo.
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