Una relación con futuro

El romance entre la Unión Europea (UE) y América Latina se reforzó la semana pasada a orillas del mar Caribe. Durante la 13ª Reunión Ministerial del Grupo de Río y la UE, que desde el 17 de abril y durante cuatro días se celebró en Santo Domingo, hubo de todo: donaciones, créditos, debates y mucho diálogo.

La comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner, anunció la donación de 2.700 millones de euros a la región durante el periodo 2007-2013, mientras el Banco Europeo de Inversiones anunció un préstamo de 2.800 millones de euros. La UE donará además 233 millones de euros a Haití para apoyar la educación, las infraestructuras, el desarrollo rural, la gobernabilidad y la lucha contra el narcotráfico. El dinero para Haití podría ir aumentando a medida que este país vaya mejorando su situación económica. El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, propuso el ingreso de Haití en el Grupo de Río, integrado por las 19 naciones de América Latina.

Respecto al préstamo del Banco Europeo, la Comisaría de Relaciones Exteriores de la UE indicó que esos recursos estarán disponibles "para promover la integración regional y en particular la interconectividad de la región".

Los debates se centraron, además de la situación de Haití, en las energías renovables, el medio ambiente y el cambio climático. Asuntos, todos ellos en los que impero el consenso de todos los participantes.

Cuando faltaban pocas horas para despedirse, los dos bloques regionales ?Latinoamérica y Europa? manifestaron su deseo de volver a verse muy pronto para limar algunas asperezas. De esta forma, acordaron celebrar su próxima reunión ministerial en Praga en 2009, según consta en un comunicado conjunto consensuado al término del encuentro.

El jueves 19 fue el día de las conversaciones sectoriales. En el apartado de la cooperación, las cosas van viento en popa. Pero la UE quiere más diálogo político y acuerdos comerciales con cada uno de los bloques regionales de América Latina. Con República Dominicana y el resto del Caribe lleva negociando más de un año y la firma está prevista para diciembre próximo. Con los integrantes de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) hay intención de iniciar las negociaciones en el mes de mayo en la capital boliviana La Paz. El bloque europeo ha querido mimar a los andinos con una donación de 50 millones de euros para apoyar su proceso integrador. "Podemos ir a dos velocidades, pero no en dos direcciones", dijo Javier Solana, alto responsable europeo para Política Exterior y Seguridad. Se refería a las diferencias que tienen los países de la CAN con respecto a cómo debe avanzar su integración como bloque, sobre todo ahora que Venezuela forma parte de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

El encuentro entre los representantes europeos y los de Mercosur se resumió en la disposición conjunta de acelerar el proceso de integración comercial, una especie de tratado de libre comercio impulsado desde 1995 y que aún presenta dificultades para el consenso en áreas como agricultura, servicios, propiedad intelectual y sector industrial.

Precisamente, con el bloque regional suramericano es con el que las cosas están más complicadas. Al final de la reunión bilateral del jueves, quedó claro que sólo se avanzará en la búsqueda de un mayor diálogo entre los bloques.

Aclarados estos aspectos de la relación UE-América Latina, entre café y café y el incesante movimiento en los pasillos del edificio del Ministerio de Exteriores, terminó la jornada previa al gran día. El viernes 20 era el momento de hablar de aquellos temas en los que políticamente la UE y el Grupo de Río podían acordar formas y acciones conjuntas de enfrentar situaciones globales. Como dio a entender Javier Solana, siete de los países presentes forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU, y con la unión de todos, sus posiciones pueden tener mayores posibilidades para imponerse en los foros multilaterales.

En uno de los días más calurosos del año, 47 ministros y varios altos cargos europeos alcanzaron compromisos que transmiten la percepción de que la relación UE-América Latina tiene un futuro prometedor.

Por el momento, hubo consenso absoluto en ser más eficientes en el uso energético, en la emisión de gases con efecto invernadero y en el desarrollo de las energías renovables. Europeos y latinoamericanos consideran que éstas son una herramienta fundamental para luchar contra la pobreza y el cambio climático y así facilitar el desarrollo sostenible en mundo.

En el capítulo político, la reunión ministerial ratificó su apoyo a la ONU como órgano a través del cual promover la paz, la seguridad y el desarrollo social y económico de los pueblos. Por eso, hace falta avanzar en su reforma. Los ministros también reconocieron la labor de la Corte Penal Internacional, y reiteraron la responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico.