El misterio de las palomas mensajeras en una cárcel de Brasil
En la prisión de Sorocoba, en el Estado de São Paulo, las aves han llevado móviles a unos presos
Muchas veces la opinión pública se pregunta cómo es posible que teléfonos móviles, droga o armas entren en cárceles de máxima seguridad. Se suele culpar a la corrupción de agentes y abogados de los presos. Ahora la policía ha revelado que en la cárcel de Sorocoba, en el Estado de São Paulo, dos palomas mensajeras llegaron llevando, una con un teléfono móvil desmontado y otra con un cargador de batería del mismo.
La primera paloma mensajera fue vista por el agente penitenciario Danilo Pinheiro. Notó algo extraño en un pájaro posado en un hilo de alta tensión con una bolsa de plástico en el pico. Le puso una armadilla a base de comida y consiguió capturarla con el saco de plástico aún en el pico.Una segunda paloma, que también fue capturada, llevaba la batería del móvil. La policía está indagando desde donde salieron los pájaros con su carga.
Pero el misterio permanece. Según el ingeniero mecánico Marcandoro Neto, de 58 años, uno de los pocos que crían palomas mensajeras en Brasil afirmó ayer que es muy difícil hacer llegar estas palomas mensajeras con objetos a la cárcel, por la simple razón que ellas no van a una dirección concreta, simplemente vuelven del lugar de donde salieron. Por ello, según Marcandoro la única posibilidad es que esas palomas fueran criadas dentro de la cárcel y retiradas de allí para después volver con los objetos.
Todo ello complica aún más el tema espinoso de la seguridad dentro de las cárceles que son verdaderos coladores de todo tipo de cosas. ¿Cómo es posible que los presos puedan criar palomas mensajeras dentro de la cárcel sin que nadie lo sepa y después sean capaces de sacarlas fuera para que vuelvan con los objetos prohibidos dentro de la prisión?
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