Prodi se enfrenta al voto de confianza con pronóstico favorable

A una semana de la crisis de Gobierno, originada por la falta de quórum en una votación en el Senado, Romano Prodi volverá hoy a la Cámara Alta italiana para pedir el voto de confianza. Los pronósticos le son favorables. En estos días el Gobierno se ha volcado para lograr consolidar la exigua mayoría y ha cosechado el apoyo de algunos parlamentarios que le asegurarían la mayoría.

Marco Follini, un tránsfuga centrista que fue viceprimer ministro de Berlusconi, ha anunciado su disponibilidad a votar por Prodi. Su voto tendría peso doble, ya que, además de contar para el Gobierno, se restaría a los de la oposición. Prodi ha logrado también el respaldo de Luigi Pallaro, un senador independiente elegido en las listas de los italianos que residen en Sudamérica que se ha decantado ayer por el professore para “dar continuidad a la acción del Gobierno”. Por último, los senadores Turigliatto y Rossi, los dos ‘disidentes’ comunistas que se abstuvieron el miércoles pasado, han anunciado también que van a brindar su voto de confianza.

Haciendo cuentas, el Gobierno sumaría de esta manera 158 votos, contra los 156 de la oposición. A estos hay que sumar además los de los senadores vitalicios, siete en total. Según las intenciones de voto, cinco de ellos (Carlo Azeglio Ciampi, Giulio Andreotti, Emilio Colombo, Rita Levi-Montalcini y Oscar Luigi Scalfaro) apoyarían a Prodi, uno se opondría, mientras que otro no se ha decidido aún. De votar así, el Gobierno obtendría la confianza de la Cámara Alta con 163 votos a favor, cinco más de los necesarios para obtener la mayoría en el Palazzo Madama, el Senado italiano.

La oposición pidió en los días pasados que el Gobierno alcanzase una mayoría ‘política’ (o sea sin los votos de los vitalicios) de al menos 158 senadores. Según la Casa de las Libertades, la coalición de centro derecha, este sería el número mínimo con el que el Gobierno puede afirmar tener la confianza. Aún así, si uno solo de los 158 no votase, el Senado se encontraría en una situación de paridad total, igualmente dividido entre dos coaliciones de 157 senadores. En la Cámara Alta italiana la abstención cuenta como un voto contrario.

Futuro incierto

La salida definitiva a la crisis se conocerá por la tarde en el Senado, donde los senadores abrirán o cerrarán las puertas al renovado programa de Gobierno de Prodi. Si el voto será positivo, como se espera, Prodi podrá seguir gobernando según el pacto de 12 puntos “no negociables” que presentó a su coalición.

Esto no significará, sin embargo, la fin de los problemas del Ejecutivo. Los dos senadores disidentes ya han anunciado que, a pesar de brindar su voto de confianza, no apoyará la refinanciación del destacamento italiano en Afganistán ni el proyecto del Tren de Alta Velocidad (Tav) cuando se volverá a votar. Así que el nuevo Ejecutivo se verá achacado por las mismas debilidades que lo han llevado a la crisis de la semana pasada.

Por otro lado, al dirigirse ayer al Senado para pedir el voto de confianza, Prodi aseguró que es fundamental que cambiar la ley electoral. “Es nuestro deber reformar pronto el sistema electoral", dijo el primer ministro, que aseguró que las crisis institucionales italianas están en relación con "la incompleta transición institucional comenzada en los años 90".