El Vaticano promueve un boicoteo contra Amnistía Internacional
La Iglesia condena el apoyo de la organización al aborto
El Vaticano condenó ayer a la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) por su política a favor del aborto y anunció que suspenderá la ayuda económica que le ofrecía. "La Iglesia católica dejará de financiar a Amnistía Internacional debido al cambio de posición decidido sobre el aborto", advirtió el cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz.
La declaración de Martino, registrada en el curso de una entrevista con la agencia estadounidense Registro Nacional Católico, fue transmitida ayer por Radio Vaticano. El cardenal hizo también un llamamiento para que los católicos de todo el mundo retiren el apoyo que ofrecen a la entidad humanitaria, presente en numerosos países del Tercer Mundo.
La medida, según explicó Martino, fue adoptada después que el consejo directivo de la organización humanitaria decidiera en abril pasado promover el acceso al aborto para las mujeres víctimas de violaciones o cuya salud corra riesgos. "La consecuencia era inevitable", comentó el prelado.
Amnistía Internacional nunca tomó una posición con respeto al aborto. Sin embargo, Martino considera que con esa decisión, AI "ha traicionado a su propia misión" y "a los colaboradores creyentes que la han apoyado a lo largo de estos años", quienes "habían confiado en la misión integral de AI a favor de la promoción y protección de los derechos humanos". Según Martino, los esfuerzos de AI por justificar el aborto en caso de violación o peligro para la vida o la salud de la madre son moralmente indefendibles.
En seguida llegó la replica de Amnistía Internacional: "Nunca hemos recibido ayuda financiera desde el Vaticano ni de entidades que dependen de la Iglesia católica".
Con respeto a la cuestión desatada por las declaraciones del cardenal Martino, el comunicado precisa que "en abril de 2007 la organización adoptó una política propia acerca de algunos aspectos específicos relacionados con el aborto". AI realizó una amplia consulta entre sus secciones en diferentes países y concluyó que, como organización humanitaria, deberá ocuparse del aborto, fenómeno frecuentemente relacionado con la violencia contra las mujeres.
Si bien la entidad humanitaria no fomenta campañas a favor del aborto, sí solicita a los Estados que garanticen la posibilidad de recurrir a esta practica cuando la salud de la mujer es en peligro o en casos de violencia e incesto. Además, pedirá que sea "despenalizado" en aquellos países en los que se aplican penas de cárcel por haber abortado o haber intentado abortar. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen unos 45 millones de embarazos no deseados y unas 70.000 mujeres mueren al abortar en condiciones poco seguras.
La Iglesia católica, por su parte, considera el aborto como un "asesinato" aun en el caso de que se practique tras una violación. El aborto supone considerar como enemigo "al bebé que está en el vientre de su madre, como algo que se puede destruir", afirma el cardenal.
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