Israel bombardea Gaza el día después del atentado suicida de Eilat

La Fuerza Aérea israelí ha bombardeado este martes un túnel entre Gaza y territorio israelí en una aparente represalia por el atentado suicida de ayer en la localidad meridional de Eilat, según fuentes militares. El ataque, que tuvo lugar en el norte de la franja de Gaza, cerca del cruce fronterizo de Karni, iba destinado a evitar la incursión de milicianos palestinos en Israel para cometer un atentado inminente, según un portavoz militar.

“Ha habido un ataque aéreo contra un túnel cerca del paso fronterizo de Karni que estaba a punto de ser utilizado para llevar a cabo ataques contra ciudadanos israelíes en el fututo inmediato. Ha habido explosiones secundarias”, ha declarado un portavoz del Ejército.

Vecinos de la Franja de Gaza pudieron escuchar las explosiones cerca de Karni, aunque aparentemente el bombardeo no ha causado víctimas. Karni es uno de los tres cruces fronterizos entre Gaza e Israel y es el único dedicado exclusivamente al paso de mercancías.

Este ataque aéreo es el primero que se registra desde que, el pasado 26 de noviembre, se anunciara el alto el fuego entre Israel y las autoridades palestinas. Según fuentes del primer ministro israelí, Ehud Olmert, el ataque no supone una ruptura del pacto.

El Gobierno israelí pretende mantener el alto el fuego y no responderá con una ofensiva militar al atentado suicida de ayer, cometido por un terrorista palestino que hizo estallar una carga explosiva en una panadería de Eilat, en el sur del país, causando tres muertos.

Tregua entre Hamás y Al Fatah

La pasada madrugada, desde las dos, hora española, ha entrado en vigor también el cese de las hostilidades pactado entre Hamás y Al Fatah, en un acuerdo anunciado ayer por la tarde por el ministro de Exteriores palestino, Mahmoud Zahar.

El titular de Exteriores, también dirigente de Hamás, ha ofrecido una rueda de prensa para anunciar el cese de los enfrentamientos armados tras una reunión mantenida entre el primer ministro, Ismael Haniyeh, de Hamás, y un representante del presidente palestino, Mahmud Abbas, del partido Al Fatah, a la que ha aistido un mediador de Egipto.

Zahar, tras confirmar que los enfrentamientos entre facciones palestinas se han cobrado la vida de más de 60 palestinos, ha remarcado que las fuerzas de seguridad palestinas tienen la obligación de regresar a sus puestos.

Ambas facciones exigen que se retiren todos los puestos de control levantados por las milicias en las calles de Gaza y el retorno de los milicianos a sus posiciones. Al Gobierno se le exhorta a que "restablezca la seguridad pública" y a las partes enfrentadas que entreguen a todos los sospechosos de instigar a la violencia desde que empezó la última oleada de enfrentamientos el pasado jueves.

El texto también pide a las facciones enfrentadas que liberen a todos los secuestrados y que cese cualquier actividad propagandística contra los demás grupos. Finalmente se hace un llamamiento para evitar que la violencia se propague a Cisjordania y se solicita a Abás y Haniye que consigan que sus seguidores "cumplan lo acordado y se preparen para una nueva ronda de conversaciones".

Sin embargo, pese a que el anuncio del alto el fuego abría la posibilidad de la calma en este territorio, durante el transcurso de la rueda de prensa del ministro aún podían oírse disparos en la ciudad de Gaza. Desde que comenzó la actual espiral de violencia, el pasado jueves, han muerto 34 palestinos.

El acuerdo, de ocho puntos, estuvo a punto de fracasar debido a que en un primer momento fue suspendida la reunión tras un nuevo ataque registrado durante la tarde contra un cuartel de la Policía de Gaza, que fue alcanzado por un cohete. La explosión se produjo en el cuartel Al-Abás, a unos tres o cuatro bloques de las oficinas de Haniye y cuando éste se disponía a abandonarlas para ir a la citada reunión con Al Fatah.