Europa busca un impulso para salir de la crisis constitucional en su 50 cumpleaños
Por iniciativa de España, la Declaración de Berlín incluye la inmigración ilegal entre los retos de la UE
Los líderes europeos buscan hoy, en el 50 cumpleaños de la firma del Tratado de Roma, un impulso para salir de la crisis que mantiene bloqueada la UE desde que hace casi dos años Francia y Países Bajos dijeran no en referéndum al Tratado Constitucional. En una ceremonia celebrada esta mañana, la canciller alemana, Ángela Merkel, el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, y el de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering, han firmado la Declaración de Berlín, en la que los Veintisiete se comprometen a hallar una solución antes de las elecciones europeas de 2009.
La elaboración de la Declaración de Berlín ha puesto de relieve una vez más las profundas divergencias entre los Estados miembros sobre lo que debe ser el proyecto europeo, pese a que la presidencia alemana ha tratado de crear un ambiente positivo que acabe con el europesimismo reinante en la UE y que permita retomar las negociaciones sobre la reforma institucional. Polonia y República Checa han amenazado hasta el último minuto con vetar el texto, y al final se ha evitado cualquier mención al Tratado Constitucional y no se ofrece ninguna receta para superar la crisis.
"Europa es nuestro futuro común"
"Con la unificación europea se ha hecho realidad un sueño de generaciones anteriores. Nuestra historia nos reclama que preservemos esta ventura para las generaciones venideras. Para ello debemos seguir adaptando la estructura política de Europa a la evolución de los tiempos. Henos aquí, por tanto, 50 años después de la firma de los Tratados de Roma, unidos en el empeño de dotar a la Unión Europea de fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo de 2009. Porque sabemos que Europa es nuestro futuro común", se limita a señalar.
La tarea más difícil para Merkel comenzará al día siguiente de las elecciones presidenciales francesas, momento en el que se intensificarán las consultas entre los Estados miembros para encontrar una Hoja de Ruta sobre la reforma constitucional, que tiene que presentarse en junio, y convencer a los países que, aunque firmaron la Constitución, han mostrado su rechazo a retomar el texto, como Países Bajos (donde la población ha dicho no), Reino Unido, Polonia o República Checa, que no se han pronunciado sobre la ratificación.
La presidencia alemana trabaja con dos posibles escenarios, dependiendo de si las elecciones francesas las gana el candidato conservador, Nicolas Sarkozy, o la socialista Ségolne Royal. En el primer caso se celebraría una rápida conferencia intergubernamental (CIG) durante la presidencia portuguesa en el segundo semestre del año y se aprobaría un nuevo texto en diciembre de 2007 partiendo de las ideas sobre el 'mini-Tratado' expuestas por Sarkozy. Si gana Royal, la CIG sería mucho más larga, posiblemente hasta finales de 2008, porque la candidata socialista quiere introducir más cambios, aunque en ambos casos la fecha tope para la entrada en vigor es 2009.
Las únicas pistas que da la Declaración de Berlín sobre la manera de desbloquear la crisis institucional se pueden encontrar en la enumeración que hace de los desafíos que la UE tiene que afrontar unida en el futuro, a los que se ha añadido en el último minuto la lucha contra la inmigración ilegal. Este listado podría abonar la tesis del Gobierno español, que defiende completar el Tratado con más apartados, como la lucha contra el cambio climático, en lugar de despiezarlo. Los líderes europeos señalarán que "sólo unidos" se podrá preservar en el futuro el "ideal europeo de sociedad" que "aúna el éxito económico y la responsabilidad social".
"El euro nos hace fuertes"
"El mercado común y el euro nos hacen fuertes. Con ellos podemos amoldar a nuestro sistema de valores la creciente interdependencia económica mundial y la cada vez más intensa competencia que reina en los mercados internacionales", indica la Declaración. "Vamos a luchar juntos contra el terrorismo, la delincuencia organizada y la inmigración ilegal. Y lo haremos defendiendo las libertades y los derechos ciudadanos incluso en el combate contra sus enemigos. Nunca más debe dejarse una puerta abierta al racismo y a la xenofobia", prosigue. La UE apuesta además por la resolución pacífica de los conflictos para que "los seres humanos no sean víctimas de la guerra, el terrorismo y la violencia", y por promover en el mundo la libertad y el desarrollo con el objetivo de "hacer retroceder la pobreza, el hambre y las enfermedades".
"Queremos llevar juntos la iniciativa en política energética y protección del clima, aportando nuestra contribución para contrarrestar la amenaza mundial del cambio climático", concluye este apartado. Respecto de las futuras ampliaciones del club europeo, el borrador señala que " La Unión Europea se nutrirá también en el futuro de su apertura y de la voluntad de sus miembros de consolidar a la vez juntos el desarrollo interno de la UE. Esta seguirá promoviendo también la democracia, la estabilidad y el bienestar allende sus fronteras".
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