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'Apagón' de profesionales en Brasil

Los empresarios del país suramericano deben formar mano de obra especializada y contratarla en el exterior

Brasil se encuentra ante un dilema grave: su crecimiento económico en todos los sectores ha creado lo que viene llamándose "apagón de mano de obra especializada". Es un fenómeno que está llevando a las empresas a interesarse por la formación de personal especializado, para suplir la falta de dichos profesionales, que deberían ser formados por los sistemas educacionales del país.

Se llega al extremo que hay empresas, como la minera Vale do Río Doce, una de las más rentables y pujantes del país, que está pensando reclutar trabajadores especializados en los paises del este europeo y en Filipinas. Dicha empresa va a contratar en 2008 siete mil trabajadores. Al no encontrarlos en el mercado con la cualificación que sería necesaria para sus necesidades ha optado por prepararlos ella misma concediendo becas hasta de tres mil reales para alumnos de cursos técnicos en universidades federales.

Hace unos años, una empresa española hizo un estudio entre las mayores empresas del país, a las que preguntó en qué debería invertir una empresa extranjera que deseara trabajar en Brasil. La respuesta del 96% de los empresarios entrevistados fue que la mayor necesidad era la de formar mano de obra cualificada.

El problema se ha agravado con el crecimiento económico del país. Las empresas, en vez de despedir a trabajadores, necesitan emplear rápidamente a miles de personas especializadas en los diferentes sectores. Y no existen. "Formar empleados es el gran desafio", afirma Marco Dalpozzo, director de recursos humanos de Vale do Río Doce.

Petrobras se encuentra en el mismo dilema y aumenta cada año el número de alumnos en cursos de especialización. En 2005, preparó a 32.000 y en 2006, el número ascendió a 56.000, entre empleados nuevos y antiguos. En los últimos cinco años Petrobras ha contratado a 20.000 nuevos trabajadores.

Nuevas tecnologías

En la industria, la búsqueda de personal especializado comenzó en la década de los años 90 del pasado siglo, cuando tuvo lugar la apertura comercial que exigió a las empresas brasileñas más competitividad y uso de las nuevas tecnologías. "El mayor crecimiento económico desde entonces a hoy ha agudizado el problema", afirma Antonio Marcos Ambrosio, de la Secretaría de Asuntos Económicos del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social). Según un sondeo realizado por la Confederación Nacional de Industrias (CNI), a la hora de buscar personal cualificado, el 61% de las empresas opta por preparar ellas mismas a sus empleados.

Según Claudio Dedeca, catedrático de la universidad Unicampo, si el país hubiese invertido más en educación y en preparar mano de obra especializada en los años de bajo crecimiento económico el país no sufriría el déficit actual de trabajadores especializados. "El país tuvo años atrás una baja preocupación con el sistema educativo", afirma Dedeca, quien añade que "es un absurdo que Brasil llegue al siglo XXI con un sistema educativo de pésima cualificación. Cuando comparamos nuestra situación con los otros países emergentes, nuestra situación es enormemente desfavorable".

El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva conoce el problema y una de las decisiones tomadas es intentar cualificar al 30% de los estudiantes en las especialidades demandadas por las empresas. Mientras tanto, éstas suplen las deficiencias preparando ellos mismos a sus empleados, lo que recuerda, comentan con humor algunos empresarios, a cuando no existían en Europa los bomberos y los padres franciscanos se ofrecían para apagar los incendios.

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