"La única verdad es la justicia", afirma Mercedes Sosa
La cantante argentina visita España para ofrecer dos conciertos en Sevilla y Madrid
La cantante Mercedes Sosa (San Miguel de Tucumán, Argentina, 1935) ha trazado con su vida una leyenda que combina folclor y compromiso. La cantante, a la que muchos consideran la voz de América, actúa esta noche en el teatro Coliseum de Madrid. Sosa cantó ayer en Sevilla. Y fue tajante en su defensa de la justicia. "Lo que está bien es la verdad. Y la única verdad es la justicia", afirmó la cantante en una conferencia de prensa.
"El exilio ha sido para mí una cosa gravísima. Estuve a punto de morir en 1997"
La voz de Mercedes Sosa irrumpió como una pedrada en la charca de los años sesenta. La cantante argentina consiguió que un tipo de música arrinconada hasta entonces en el ámbito de lo local trascendiera hasta lo universal. Sosa fue una de las principales impulsoras de la nueva canción latinoamericana. Su talento la convirtió en la intérprete de los mejores compositores de Suramérica. A ella le cupo en gran parte la misión de difundir por el mundo las obras de Violeta Parra, Víctor Jara o Daniel Viglietti. Discos como Serenata para la tierra de uno (1979) y Como un pájaro libre (1985) recogieron el espíritu de una mujer que vivió una época tempestuosa en un continente convulso.
Mercedes Sosa sufrió el exilio en los años ochenta cuando los militares argentinos arrasaron con la decencia. La espina incurable del desterrado la acompaña desde entonces. "El exilio ha sido para mí una cosa gravísima. Estuve a punto de morir en 1997. Mi vida en el exilio ha sido realmente dura. Mi hijo no pudo acompañarme. Mi madre estaba en Tucumán. Tuve que quedarme sola. Y yo ya estoy sola en el escenario. Y sola con este exilio tan espantoso que nadie puede comprender", explicó la cantante.
"La patria de uno, con todos los defectos que tiene, es la que uno conoce y en la que uno se puede desenvolver. Me corrieron de la Argentina no porque hubiera matado a nadie ni perteneciera a ninguna organización que matara a nadie", afirmó. Mercedes Sosa recordó que jamás había empuñado un arma. "Ni jamás ha estado en mí ese pensamiento", agregó. "He sido una mujer de izquierda. Ando con compañeros de todos los pensamientos de izquierda que haya, que tienen una manera de pensar distinta y que tienen una manera de soñar distinta. Y eso nunca va a cambiar", dijo.
La espina del exilio le embravece el ánimo como un reptil agazapado y tenaz. "He sido muy feliz, pero muy desgraciada por otro lado. Porque al no estar en mi patria empezaban a surgir problemas mentales, empezaba a cambiar la voz. Sobre todo, no podía cantar Alfonsina y el mar. Fue en el 97 cuando enfermé. Y cuando salí de la enfermedad, empecé a cantar Alfonsina y el mar", relató.
El exilio la llevó a un mundo de tinieblas que no puede apartar del recuerdo, pero no acabó con su sed de justicia. Por eso mostró su disgusto por las recientes ejecuciones promovidas por Fidel Castro. "No me gustó la actitud de Fidel Castro con la muerte de los chicos. Me limito a decir como Saramago: 'Hasta allí llegó mi amor'. Mucha gente ha muerto por Fidel y la revolución cubana. El Che fue uno de los más grandes. En nombre de nada ni de nadie se puede matar a la gente. Y menos a tres personas que estaban sin armas", comentó la cantante, que recordó su ardor pasado en defensa de Castro y la revolución. "Es justicia decirlo. La injusticia sería callarnos la boca y decir que eso está bien. No está bien. Lo que está bien es la verdad. Y la única verdad es la justicia. Y allí hubo una injusticia", concluyó Mercedes Sosa.
La "maravillosa" Bolivia
Mercedes Sosa continúa con su vista puesta en el mundo y el sufrimiento de los más pobres. El baño de sangre que ha padecido Bolivia en los últimos días -con decenas de muertos y centenares de heridos- aporta una dosis de amargura a una mujer que ama el país andino. "Bolivia es un país maravilloso. Yo he cantado muchas veces en Bolivia y recuerdo la ternura de la gente boliviana", señaló.
"Un día di una conferencia de prensa y me preguntaron por qué trataban tan mal a los bolivianos en Buenos Aires. Y les contesté que en Buenos Aires tratan mal a los bolivianos y a los provincianos", relató la cantante argentina.
Mercedes Sosa mostró el dolor que le produce la vida precaria de los inmigrantes bolivianos en Argentina. "Tengo un dolor enorme por lo que sufren los bolivianos y los peruanos por querer estar en la Argentina. Ellos quieren vivir mejor. Si una persona lucha por quedarse en un lugar, se la debe dejar en ese lugar. No hay que correrla", añadió Sosa. La cantante argentina expresó su rechazo hacia la actitud de algunos compatriotas. "Estoy en contra de lo que hacen algunas gentes, que corren a nuestros hermanos de Bolivia, Perú y Paraguay", comentó.
Babelia
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