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Crisis financiera mundial | Los efectos en España

Solbes garantiza la solidez de la banca pero abre la puerta a posibles rescates

"El sistema financiero español no corre ningún peligro", según el vicepresidente

Claudi Pérez

Cayeron los bancos estadounidenses. Cayeron varios británicos sin atender al estatus anglosajón en las finanzas mundiales. Acaban de caer entidades alemanas, francesas, holandesas y belgas, ante la renovada virulencia del huracán financiero. Y, en medio de ese caos, aguantan los bancos españoles y el Gobierno sale en tromba en su defensa. "El sistema financiero español no corre ningún peligro", aseguró ayer tajante el vicepresidente Pedro Solbes, interpelado hasta en cinco ocasiones por la solidez de la banca. Ahora bien, como pintan bastos en media Europa, "si alguna vez tuviéramos que tomar decisiones, las tomaríamos", adelantó el ministro de Economía, que abre así la puerta a un eventual rescate bancario en el caso de que las turbulencias -que duran ya casi 14 meses- acaben afectando a la banca española.

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Solbes aludió a las dudas que rondan por la cabeza de muchos ahorradores. "Los ahorros de los españoles no corren ningún peligro en las entidades españolas", dijo. Y citó los peores antecedentes, las crisis de Banesto y Eurobank, para subrayar un mensaje de confianza: "Siempre se han garantizado los depósitos" a través del fondo de garantía, que cubre hasta 20.000 euros por entidad y titular de una cuenta.

No es sólo cosa de Solbes: la plana mayor del Gobierno salió a defender a la banca española. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega explicó en la cadena SER que los bancos están "en mejores condiciones" que los de otros países para afrontar a la crisis gracias a la política de "rigor y control" del Banco de España. Tras unos meses de furibundos ataques, incluso el Financial Times recogía ayer esa línea argumental. El diario británico considera que ha llegado el momento de que los bancos centrales "tomen nota de las lecciones de España", cuyo supervisor ha aplicado una política previsora -que incluye tanto las provisiones como el rechazo a sacar los riesgos de los balances- que ahora permite "capear el temporal".

Solbes apoyó los rescates públicos de bancos -"somos comprensivos en función de las circunstancias específicas de cada país"- y aclaró que los Ejecutivos europeos trabajaban desde hace meses en una respuesta común ante la posibilidad de que la crisis golpeara a la banca. Las turbulencias se han adelantado y algunos Gobiernos aplican ya esa respuesta de facto y con el visado del Banco Central Europeo. "La Comisión Europea permite que algunas de esas actuaciones no sean consideradas ayudas públicas; es un dato útil que incluimos en nuestros análisis", resumió en lo que pareció un aviso a navegantes.

Las soluciones aplicadas en Europa a los problemas que arrecian en la banca son de lo más variado. Reino Unido ha nacionalizado Northern Rock; Bélgica y Holanda han inyectado 11.200 millones en Fortis, y en Alemania, el Gobierno y un consorcio privado de cinco bancos han rescatado conjuntamente el Hypo Real Estate. Pero Solbes dejó claro que el Ejecutivo no se plantea ninguno de estos modelos porque no ve esos problemas en España: "Ahora mismo ésa no es nuestra preocupación; las informaciones de las que disponemos dicen que el sistema financiero está razonablemente cómodo. Con tensiones de liquidez, sí, pero nada comparable a lo que ocurre en otros países". Para el vicepresidente, la banca española puede financiarse aún "a precios de mercado, lógicamente" con capital, depósitos, pidiendo recursos externos y acudiendo al Banco Central Europeo, "que es lo que está haciendo todo el mundo", indicó.

"Siempre hay un pero", suele decir Solbes, que, junto al mensaje de tranquilidad que viene transmitiendo desde el inicio de la crisis, dejó una apostilla un poco más inquietante: "No sé qué ocurrirá si los problemas se alargan", reconoció.

Rodríguez Zapatero, ayer en el Senado.
Rodríguez Zapatero, ayer en el Senado.EFE

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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