'Piggy Banks' gana a las tiendas
2008 fue el peor año para el comercio en EE UU de las últimas cuatro décadas
La recesión no perdona. Sólo hay que ver que uno de los regalos estrella de la pasada Navidad fueran las huchas con forma de cerdito, los populares 'Piggy Banks'. Y es que hasta el último céntimo cuenta a la hora de ajustar las cuentas familiares. Es el nuevo espíritu ahorrador que domina al voraz consumidor estadounidense, y que ahora se vuelve contra el comercio.
La riqueza del país depende en dos terceras partes del consumo. Pero si no hay dinero, no hay compras. Así de simple. Y esto que puede ser racional para un hogar medio, no lo es para el conjunto de la economía, que está a punto de sufrir por el estallido de otra nueva burbuja. Por eso los expertos vaticinan un colapso del sector de aquí al verano si no se estabiliza la economía.
La crisis afecta incluso a las ventas por Internet, que se han estancado
2008 fue un año duro para el comercio, el peor en cuatro décadas, según el International Council of Shopping Centers. Ni siquiera en las crisis de 1973 y 1981 se vivió una temporada de compras navideñas tan pobre. El recorte brutal del gasto por parte de los consumidores y las fuertes rebajas estuvieron acompañados por el mal tiempo, que complicó una situación de por sí difícil.
No es un secreto que la Navidad fue desastrosa. De ella depende el 40% de la facturación anual. Nadie es inmune a la recesión, ni siquiera el gigante WalMart, la única que incrementó sus ventas en diciembre, un tímido 1,6%, peor de lo esperado. Costco, la cadena de descuento rival, vio caer ese mes su facturación un 4%. Las tiendas de ropa son las más afectadas, como la marca Abercrombie, que cayó un 24%, y GAP, un 14%. Las de lujo también caen en la trampa,con descensos del 19,8% en Saks. Las ventas en el comercio (excluyendo coches) cayeron un 3,1% en diciembre y un 2,5% en noviembre.
"Los descuentos animaron a algunos consumidores a comprar", señalan desde Standard & Poors. El problema, añaden desde la agencia de rating, es que el año que acaba de comenzar será "otro de gran presión" sobre el comercio. "Con la economía en recesión, la fuerte caída de los ingresos y el paro, la conducta de estar lejos de las tiendas continuará bien entrado 2009", remachan.
Los estadounidenses son muy cautos a la hora de gastar, como advierten desde la ICSC. La dificultad para acceder al crédito es un elemento más de la mala coyuntura económica en EE UU. Lo que realmente crea pesimismo, precisan, es la incertidumbre de tener el mes próximo un trabajo. La tasa de desempleo está ya en el 7%, camino de rebasar fácilmente el 8%.
Buena parte de los consumidores no quieren oír hablar estos días ni de rebajas del 70%, porque no hay dinero para gastar. Necesitan efectivo, y esto explica que muchas de las tarjetas regalo estén siendo canjeadas por cash, como indican desde la empresa de consultores Retail Management. Para hacer este trueque, los tenedores las revenden en eBay, Plastic Jungle o Card Avenue. Otros van directamente a las tiendas a probar suerte.
La crisis empezó a notarse en el consumo hace un año, pero el colapso actual no se materializó hasta el pasado otoño, coincidiendo con la hecatombe financiera. Wal-Mart ya empezó a percibir hace 12 meses la preocupación de sus clientes con el gasto, al observar que esas tarjetas regalo se utilizaban para comprar productos básicos, en lugar de juguetes o artículos electrónicos.
Ahora se esperan mayores devoluciones que en temporadas anteriores. Y es que, como explican los analistas, la gente quiere comprar sus propias cosas, las que necesitan. De hecho, ya hay locales donde entra más mercancía devuelta de la que se vende. Otros optan por cambiarlos. Se estima que los retornos representarán el 8,7% del total vendido, según la National Retail Federation.
Todo esto tendrá un impacto inevitable en el comercio, y hasta que no haya una moderación de las fuerzas que frenan la economía no se verá una estabilización del sector. La ICSC cree que enero será un mes muy complicado para las ventas en EE UU y augura que continuará así hasta mediados de año. Mirando al pasado reciente, se gastó un 20% menos en ropa, electrónica y joyas.
Los expertos del sector calculan que entre 50.000 y 75.000 establecimientos cerrarán durante el primer semestre, y un 25% de las firmas de las 184 analizadas por AlixPartners podrían declararse en bancarrota, siguiendo la estela de grandes nombres del sector como Circuit City, Linens Things, Sharper Image o Steve & Barrys. Otros son más pesimistas y elevan a 200.000 las tiendas que podrían liquidar a lo largo del año, 40.000 más de las que se esperan para 2008.
Los más perjudicados serán los establecimientos pequeños y los que operan en zonas afectadas por la crisis del automóvil u otras industrias, y por el colapso de la vivienda, como explican desde Strategic Resource. Además, destacan el hecho de que el espacio destinado al comercio es dos veces y media mayor de lo que se necesita, por lo que calculan que 3.000 centros comerciales irán a la bancarrota en febrero, cuando presenten sus resultados trimestrales.
Los expertos coinciden al afirmar que el sector del comercio necesita racionalizarse y ser más eficiente. Talbots, Sears, Goddys y
Macys ya están tomando medidas, cerrando establecimientos en zonas donde el tráfico y las ventas son pobres. Desde Moody's Investors se advierte que aunque para el conjunto de 2008 no se registrará una caída en las ventas -la NRF proyecta un alza del 2,2%-, las fuertes rebajas están reduciendo el margen de beneficios.
La crisis afecta incluso a las ventas por Internet. Hasta ahora, el comercio electrónico crecía a una media anual del 20%. Ahora están prácticamente estancadas y por primera vez en la historia se registró una caída del 2% durante la víspera de la Navidad, y portales como eBay o Best Buy vieron reducido el tráfico en más de un 15%. Hay excepciones, como las de Amazon y la tienda electrónica de Wal-Mart, que registraron incrementos gracias a los descuentos. -
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