El Banco de España estira a 2012 la caída del precio de la vivienda
El supervisor cree que queda pendiente un tercio del ajuste
"Aún queda recorrido en el ajuste de precios". El director general del servicio de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, soltó ayer sin ambages lo último que su audiencia quería oír. Malo de Molina participaba en la Conferencia Inmobiliaria, unas jornadas que anteceden al Salón Inmobiliario de Madrid, la principal cita del sector, que comienza hoy. Lo peor para los empresarios inmobiliarios es que ese ajuste, según las cuentas de Malo de Molina, se prolongará aún dos años más, hasta finales de 2012, o incluso, principios de 2013.
El Banco de España ya había advertido de que el retroceso del precio de la vivienda libre puede ganar en intensidad este año, tras aflojar en 2010. El fin de la deducción por compra de vivienda en el IRPF y la subida del IVA animaron a anticipar muchas compras el año pasado para lograr un mejor tratamiento fiscal. Eso explica que la caída fuera sensiblemente menor que en 2009 (-4% frente a -7,5%). Y también que el supervisor del sector financiero diera por hecho que en 2011 el precio de la vivienda volverá a bajar con fuerza para compensar la eliminación de la ventaja fiscal. Lo que no había precisado es que también espera caídas de precios para 2012.
Nuevas obras
Según los datos del Ministerio de Fomento, la vivienda ha perdido un 15,4% de su valor en lo que va de crisis (desde el primer trimestre de 2008 hasta el primer trimestre de 2011). En términos reales (tomando en cuenta la inflación), esa caída llega al 20%, según destacó José Luis Malo de Molina, quien vaticinó que el ajuste se completará en los dos próximos años para situarse en el 30% (cerca del 25% en términos nominales).
Al descenso de los precios, según el Banco de España, le queda por recorrer un tercio del camino, aunque todo apunta a que casi todo el ajuste pendiente se producirá este año. Una evolución que ya se deja notar en el desplome de las hipotecas concedidas (en marzo, un 20% menos que un año antes).
Según Malo de Molina, el sector de la vivienda ha llegado "al final del ajuste en cantidades". En 2010 se tocó suelo, con una cifra de viviendas iniciadas (poco más de 120.000 entre viviendas libres y de protección oficial) que no era tan baja desde el arranque de los años sesenta del siglo pasado. Y muy lejos de las más de 750.000 viviendas comenzadas en 2007. Pero eso tardará en trasladarse a los precios, y no solo por la debilidad de la demanda. "Hay entre 800.000 y 1,1 millones de inmuebles sin vender, que siguen ejerciendo presión sobre los precios", recordó.
El director del servicio de estudios señaló "que no basta con hacer la digestión" de estos excesos para asegurar el buen funcionamiento del sector inmobiliario, sino que "hay que sacar lecciones para que no se vuelvan a repetir". En su opinión, es necesario generar un mercado del alquiler "más fuerte y más potente". Para incentivar el alquiler, "hay mucho que hacer en los planos fiscal y regulatorio", afirmó.
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