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"En la Operación Puerto también había tenistas y futbolistas"

Cuando Lance Armstrong se retiró por primera vez, el último domingo de julio de 2005 desde el podio de su séptimo Tour, la Operación Puerto aún no ocupaba los titulares de los periódicos y el 23 de mayo de 2006, cuando se desencadenó la redada de la Guardia Civil, Armstrong estaba en Nueva York, junto a los presidentes de Nike y Apple, presentando un chip que conectaba las zapatillas con el iPod. "Esto va a ser más gordo que el caso Festina", dijo entonces, ajeno a las vicisitudes de su deporte.

Ayer, de nuevo ciclista profesional, su discurso sobre la Operación Puerto varió. Se hizo uno más, indistinguible, de la corriente general del ciclismo, que se considera cabeza de turco. Inicialmente, no quiso hacer comentarios y luego sentenció de modo contundente: "Los medios de comunicación tenéis la obligación de contar al mundo que la Operación Puerto no fue un escándalo del ciclismo, sino deportivo; no sólo de ciclistas, sino también de tenistas y futbolistas".

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La teoría de Armstrong y del ciclismo en general, y también extendida entre la prensa no españoles desde el estallido del caso -no hay periódico o revista que, al hablar de los éxitos del deporte español, no hable de Eufemiano Fuentes-, ni pudo ser demostrada entonces por falta de pruebas -Le Monde, que publicó que Fuentes era el médico de algunos clubes de fútbol, fue condenado por difamación- ni probablemente pueda ser demostrada en el juicio oral en el que posiblemente se siente en el banquillo el ginecólogo canario. Según fuentes judiciales, para probar si hubo delito contra la salud por la forma en que se practicaron las autotransfusiones y se conservó la sangre no será necesario identificar los potenciales usuarios de las bolsas. Y, a menos que Fuentes, quien ahora trabaja en un ambulatorio del Servicio Canario de Salud, se decida por fin a contar con detalle todas sus actividades, no habrá forma de avanzar más en el conocimiento de la extensión de la trama. La oportunidad se perdió durante la instrucción del sumario y durante la Operación propiamente dicha: el juez Serrano nunca permitió que se analizara el contenido de los ordenadores requisados y la Guardia Civil no pudo registrar a tiempo el despacho de Fuentes, en el que posiblemente conservaba más documentos.

En la Vuelta a San Luis (Argentina) participa estos días el italiano Ivan Basso, quien reconoció haberse dopado en la trama de Fuentes. Cumplió una sanción de dos años. A él no le afectará lo que suceda a partir de ahora en los tribunales y los despachos federativos.

Por el hotel del Algarve donde se concentra el equipo de Carlos Sastre se pasa a tomar un café Francisco Mancebo, que vive en Huelva y se entrena por esas carreteras. Nunca ha reconocido su implicación en la Operación Puerto, aunque figura en todas las listas. El año pasado corrió en un equipo portugués por 12.000 euros. En 2009 ha firmado por un equipo norteamericano al que la UCI no admite por falta de garantías económicas. Y aún pende sobre su cabeza la posibilidad de una sanción deportiva.

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