José Monleón logra el Premio Nacional de Teatro 2004
El malabarista Manuel Álvarez Arriola, galardonado con el Premio Nacional de Circo 2004
El ensayista, crítico y director teatral José Monleón, con medio siglo de trayectoria, ha sido galardonado hoy con el Premio Nacional de Teatro 2004 que concede el Ministerio de Cultura a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) en reconocimiento a su labor como estudioso del teatro español y promotor de iniciativas escénicas. También ha sido concedido hoy el Premio Nacional de Circo 2004, que ha recaído en el malabarista Manuel Álvarez Arriola.
El actual director del Festival de Teatro Madrid Sur, nacido en en Tabernes de Valldigna (Valencia) en 1927, conoció la noticia en Hornachos (Badajoz), donde preside un foro sobre España y el Magreb. "Llevo 50 años en esto, y lo que me da satisfacción es que he trabajado en mi línea, cuando las han pintado buenas y las han pintado malas", ha comentado el premiado a Efe. El galardón, dotado con 30.050 euros, ha sido fallado por un jurado presidido por el director del INAEM, José Antonio Campos, e integrado por Gustavo Pérez Puig (Premio Nacional 2003), Cristina Rota (actriz y directora del Centro de Nuevos Creadores) y Juan Mayorga Ruano (autor teatral), entre otros.
José Monleón Bennacer llegó a las tablas como crítico y articulista en las revistas Triunfo y Primer Acto, de la que fue director desde 1957, y su último trabajo como autor, en colaboración con varios periodistas, fue el montaje ¿Quién ha sido?, una pieza de "teatro-reportaje" sobre los atentados del 11-M que se exhibió en esta edición del Festival de Teatro Madrid Sur. Monleón se ha mostrado agradecido, "como es lógico", por este reconocimiento, otorgado por un "jurado variado y por unanimidad", ha subrayado este histórico del teatro, que dirigió el Festival de Teatro Clásico de Mérida entre 1984 y 1989, y dos años después fundó el Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo (IITM).
Álvarez Arriola, "profeta en su tierra"
Para Monleón, catedrático de Sociología del Teatro de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid hasta su jubilación, ésta no es la primera distinción, pues ha recibido el Premio Teatro de Madrid (2000) y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (2003). "Me ven muy mayor", ha bromeado sobre los últimos galardones y homenajes que ha recibido. Se muestra optimista sobre el futuro del teatro en España, donde hay una división entre una "industria del entretenimiento" y otro teatro que se "hace preguntas sobre la condición humana". En este último se mueve Monelón, quien cree que hay autores importantes en el panorama español actual, en el que se siente "más cómodo" por el cambio político y en el que se deben fomentar las salas marginales y el teatro público. No obstante, preguntado por los buenos y malos momentos en su trayectoria, reconoce que ha habido veces en las que se encontró "muy aislado".
Entre ensayos destacan: 30 años de teatro de la derecha (1971), García Lorca (1974), El teatro del 98 frente a la sociedad española(1975), Larra: escritos teatrales (1976), América Latina. Teatro y revolución (1978), Teatro de urgencia y Romancero de la Guerra Civil (1979), Tiempo y teatro de Alberti (1990), Poética y política de cuarenta años de teatro español (1990) y Las limitaciones sociales del teatro español contemporáneo (1993). También ha escrito obras dramáticas, como El proceso a Kafka (1971), El teatro de Max Aub (1971), La gallina ciega (1992), Sefarad (1992) y Paraíso Roto (1992). En junio de 2003 se representó en el Teatro Rialto de Valencia Transterrados, escrita por Monleón sobre textos de Max Aub.
Por su parte, el malabarista Manuel Álvarez Arriola ha sido reconocido con el Premio Nacional de Circo 2004, que también concede Cultura a toda una trayectoria profesional, un galardón que él dedica a su familia "entregada al circo desde los años 30". Este sevillano, en una entrevista telefónica con Efe desde Bruselas, donde se encuentra de gira con el Circo Roncalli de Colonia, uno de los más prestigiosos del mundo, ha admitido estar "gratamente sorprendido" de que se le reconozca por fin en su país un trabajo al que está "entregado desde muy joven". "Me gusta acabar con eso de que nadie es profeta en su tierra".
Babelia
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