Historia del pujador patriota
El millonario chino que adquirió dos bronces en la venta de la colección Saint Laurent se niega ahora a pagar el precio de 31 millones de euros
El folletín de las dos piezas de bronce chinas subastadas por Christie's la semana pasada en París, en medio de las protestas del Gobierno de Pekín, se enredó ayer un poco más. El coleccionista de antigüedades Cai Mingchao confesó ser el misterioso comprador de las cabezas de rata y conejo puestas a la venta como parte de la colección del fallecido diseñador francés Yves Saint Laurent y su socio y compañero Pierre Bergé pero dijo que, por patriotismo, no las pagará.
Según argumentó, las piezas no debían haber sido licitadas, ya que fueron robadas cuando las fuerzas aliadas franco-británicas destruyeron el Antiguo Palacio de Verano, en las afueras de la capital china, en 1860.
"Quiero subrayar que no se puede pagar ese dinero. Cualquier chino se hubiera puesto en pie en ese momento. Lo que ocurrió es que la oportunidad se me presentó a mí. Sólo asumí mi responsabilidad", dijo Cai Mingchao, que también es consejero del Fondo de los Tesoros Nacionales, un organismo cuyo objetivo es repatriar el patrimonio cultural chino en el extranjero. Cai Mingchao logró las piezas por 15,7 millones de euros cada una, mediante una oferta telefónica.
El comprador dice haber actuado "en nombre del pueblo chino"
Pekín exigió con insistencia que las dos obras fueran retiradas de la puja
El coleccionista no es un desconocido. En 2006 pagó 116 millones de dólares de Hong Kong (13,4 millones de euros, al cambio actual) por un Buda de oro de la Dinastía Ming (1368- 1644), licitado por Sotheby's en la ex colonia británica.
En esta ocasión ha actuado, según él, "en nombre del pueblo chino", y el caso es que ha logrado parar, de momento, una venta que ha provocado las iras de las autoridades. Pekín ha pedido insistentemente la devolución de las dos cabezas de bronce, que formaban parte de una fuente-reloj ornamentada con los animales del zodiaco chino. Las 12 cabezas marcaban las horas expulsando agua. China considera el incendio de la antigua residencia veraniega de los emperadores como una humillación nacional. La fuente fue diseñada por misioneros jesuitas, y en 1860, las piezas que la adornaban desaparecieron junto a cientos de otros tesoros imperiales.
Por su parte, Pierre Bergé, de 78 años, dijo ayer en declaraciones a la emisora France Info que, si Cai Mingchao no paga, los dos bronces volverán a su casa: "en ella estaban y a ella volverán si es preciso", añadió, "continuaremos viviendo juntos". Christie's informó que los lotes no son entregados al adjudicatario hasta que son pagados, y que cuando alguien no abona la cantidad debida, trata de negociar entre el comprador y el vendedor.
La Administración Estatal del Patrimonio Cultural chino dijo la semana pasada que la subasta -que no viola ningún acuerdo internacional- "ha herido los sentimientos del pueblo chino y tendrá serias consecuencias en el desarrollo de Christie's en este país".
China ha intensificado en los últimos años los esfuerzos para recuperar los objetos expoliados. Cuando las protestas oficiales contra las subastas fracasan, compañías estatales y empresarios ricos suelen entrar en acción para comprar las piezas. Ya han adquirido, en diferentes subastas, las cabezas de tigre, mono, buey, cerdo y caballo de la fuente del Antiguo Palacio de Verano, para donarlas posteriormente al Gobierno. El paradero de las otras cinco esculturas es desconocido.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.