Fallida reflexión sobre la violencia
El punto de partida estético de Ocurrió cerca de su casa, una barata producción belga que viene avalada por algunos incomprensibles premios, es doble. Por un lado el empleo de la técnica de los reportajes de televisión. Por otro la crítica de la posición pasiva de todo espectador. Para ello narra la vida de Ben, un joven que vive en una gran ciudad, pertenece a una familia propietaria de una tienda de alimentación, amante de sus padres y su abuelo, pero que en realidad es un sanguinario asesino psicópata. Y lo hace a través de las imágenes captadas por un equipo de televisión integrado por el cámara, el hombre del sonido y el realizador, que le siguen a todas partes, está presente en sus crímenes y acaba colaborando en ellos.Las intenciones de los tres jóvenes debutantes Rémy Belvaux, André Bonzel y Benolt Poelvoorde, que no sólo han dirigido Ocurrió cerca de su casa, sino que han escrito el guión, la han producido e incluso interpretado los principales papeles, es hacer una dura crítica del mirón que no se inmuta ante lo que ocurre en la pantalla. El resultado es un falso documental, muy mal rodado por una cámara de 16 milímetros y en blanco y negro, compuesto de unas imágenes con mucho grano y demasiado movidas, que pretende estar teñido de un desgarrador humor negro. Lo malo es que en seguida se les va de las manos y consiguen un producto sin un ápice de humor, lleno de la violencia que pretenden criticar, aburrido.
C'est arrivé pres de chez vous
Directores: Rémy Belvaux, André Bonzel y Benoit Poelvoorde. Guionistas: Réiny Belvaux, André Bonzel y Vincent Tavier. Fotografía: Jean-Claude Mosquetti. Bélgica, 1992. Intérpretes: Benopit Poelvoorde, André Bonzel y Rémy Belvaux. Estreno en Madrid: Renoir (versión original subtitulada).
El problema no reside en que lo gratuito de la sucesión de asesinatos que integra Ocurrió cerca de casa lleve a una gran violencia y el supuesto humor aplicado a su exposición se convierta en cinismo, sino que hay momentos donde se deleita en ella. Así ocurre, por ejemplo, en la escena de la violación, en que el asesino más su equipo de televisión sorprenden a una pareja haciendo el amor, les separan a punta de pistola y, ante la atenta mirada del hombre desnudo encañonado, violan a su mujer el asesino y luego los miembros del equipo de televisión.
Para tratar de aplacar esta violencia desatada, y dar una cierta moral a su historia, la película tiene un final moralizante donde el asesino Ben y los miembros del equipo de televisión son abatidos a tiros por no se sabe quién, pero ya es demasiado tarde. Y sólo resulta un pegote, derivado del punto de partida estético de los realizadores más que del desarrollo de la acción, donde se pretende que el espectador el mirón, contemple impasible su propiamente.
Aunque lo peor de Ocurrió cerca de su casa es que contiene una buena idea, si estuviese bien realizada, para un corto o un mediometraje, pero resulta poca cosa para sus 95 minutos.
Babelia
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