Corinne Bailey Rae y los golpes del destino

Conviene contarlo, aunque sea brevemente. Todo iba sobre ruedas para Corinne Bailey Rae (Leeds, Reino Unido, 1979). Su primer disco, grato y liviano, había sido uno de los grandes triunfadores de la temporada 2006-2007: cuatro millones de copias despachadas y abundante premios. Hasta que, a principios de 2008, su mundo se desmoronaba: su marido, el saxofonista Jason Rae, aparecía muerto en casa de un amigo, víctima de un combinado de metadona y alcohol.

Bailey Rae reaparece ahora con The sea (EMI) y la tragedia empapa varios temas de este disco, que, reconoce, "se hizo para intentar impresionar a Jason, esté donde esté". Jason era un músico de jazz, que manifestaba muchas reservas ante la música de Corinne. Precisamente, ella se siente particularmente orgullosa de haber actuado con el pianista Herbie Hancock a raíz de participar en su homenaje a Joni Mitchell, The river: "Allí estaba yo, en unas sesiones que se graban en Abbey Road, maravillándome ante Herbie y, sobre todo, con Wayne Shorter."

"El disco lo hice para impresionar a mi marido, esté donde esté"

Son nombres que parecen encajar difícilmente en el amable perfil sonoro de Corinne. Pero hay muchas historias ocultas tras el pop de Put your records on. Por ejemplo, la de Helen, un proyecto de indie feminista formado cuando era menor de edad: "Nos inspiraron las riot grrrrls, que hacían una música muy beligerante. Sin embargo, lo cierto es que los grupos de chicas son muy inestables: una se queda embarazada, otra se marcha cuando su chico consigue un trabajo fuera. Llegamos a tener contrato de grabación pero no pasó nada".

La trayectoria de Corinne corresponde a la de alguien que no corre detrás del éxito. Pasaron años antes de que su actual manager, Bob Miller, consiguiera que aceptara cantar en solitario. "No estaba segura del valor de mis canciones. Tampoco quería ser una diva del soul, como pretendían algunos: es un estereotipo racial que no me satisface. Y no iba a dejar la universidad, con todo lo que me costó llegar allí. Yo soy de la generación de Margaret Thatcher, en el sentido de que sufrí todas las miserias que nos trajo aquella señora. Pertenezco a la clase trabajadora, que se vio afectada por las privatizaciones, los recortes a los servicios sociales, el empequeñecimiento de los Ayuntamientos".

Hija de caribeño e inglesa, ella y sus hermanas pasaron estrecheces cuando sus padres se separaron. Salieron reforzadas de la prueba y eso explica que siga viviendo en Leeds. "Se supone que cuando alguien consigue triunfar debe instalarse en Londres. Sin embargo, eso te distancia de tus orígenes y te empuja hacia unos valores que no son los tuyos. No creo que el estilo de vida de los famosos haya sido bueno para alguien como Amy Winehouse. Londres está bien para divertirse y trabajar... unos días. Leeds tiene una escena musical pequeña pero interesante".

The sea se grabó en el cercano Manchester. "El productor, Steve Brown, controla un estudio muy peculiar, es una casa reconvertida donde no tienes la sensación de que está corriendo el contador. Los músicos pueden tocar juntos, sentados en el salón; suena muy orgánico".

La huella de la pérdida de Jason está omnipresente en The sea, aunque ella advierte que hay canciones anteriores: "El tema que le da título es más real que metafórico, se refiere a la muerte de mi abuelo, que tuvo un accidente en el mar. Y hay historias de mi adolescencia, como Paper dolls, sobre la chica más rebelde de mi colegio, la primera en tener relaciones sexuales, ya sabes. Espero que me sirva para reencontrarla: no está en Facebook".

Corinne Bailey Rae es artista de EMI y no parece asustada por las turbulencias financieras que amenazan a la discográfica. "Radiohead y otros han abandonado EMI, pero yo no me puedo quejar. En su situación, podían haber insistido para que adelantara este disco. Sin embargo, dejaron que yo marcara el ritmo . Lo hicieron bien con mi debú y no quiero ser ingrata. Además, por Navidad ¡me regalaron la caja de los Beatles!".