Cajasur destituye a su cuarto director en menos de dos años

Cajasur no da con la tecla. Poco más de cuatro meses ha durado Carlos Senent en el cargo de director general. El consejo de administración de la entidad tiene previsto sustituir hoy a Senent por Antonio Barral.

Tras la precipitada y sorprendente salida de Senent están los enfrentamientos que ha mantenido con el presidente de Cajasur, el sacerdote Santiago Gómez Sierra. "Tenía problemas serios de convivencia con el presidente", señalaron ayer fuentes de la entidad. Desde hace aproximadamente dos semanas Senent está de baja por enfermedad, según las fuentes consultadas.

La ristra de argumentos que dio ayer la caja cordobesa para justificar el relevo fue larga: No trajo un plan para la entidad, intentaba aplicar criterios "muy descarnados", no comprendía el "carácter cordobés" o había decidido contar con gente de fuera de Cajasur para formar su equipo, especialmente ex directivos del BBVA, de donde Senent provenía. Pero, según señalaron fuentes del consejo de administración, en la raíz del problema está que intentó imponer la filosofía de la banca privada al funcionamiento de esta caja de ahorros. "A las pymes y a las familias aplicaba criterios muy profesionales, muy descarnados", indican estas fuentes. Y ponen como ejemplo cómo intentó denegar un crédito a un empresario "que llevaba 20 años en la casa".

El valenciano Carlos Senent llegó a Cajasur en octubre de 2008. Cuando esta entidad decidió cambiar de director general en 2007 se puso en manos de una empresa de cazatalentos. El primero de la lista que elaboró esta compañía de selección de altos ejecutivos fue Alfonso Tolcheff, quien entró a dirigir la caja en enero de 2008. Pero el verano del año pasado Tolcheff cayó gravemente enfermo y tuvo que ser relevado. Tolcheff falleció el año pasado.

Cajasur tiró entonces de la lista que le había elaborado la empresa de cazatalentos y se decantó por Carlos Senent, ligado en gran parte de su vida profesional al BBVA, entidad en la que llegó a ser consejero delegado en Chile y director adjunto. Pero el proyecto de Senent no ha llegado a cuajar. "Tampoco ha ocurrido nada grave, no ha habido un hecho concreto. No le ha dado tiempo. Simplemente ha sido en el día a día cuando se ha visto que no había encaje", argumenta la caja.

Tras la mala experiencia, la entidad ha decidido mirar hacia dentro. Y ha optado ahora por un hombre "de la casa": Antonio Barral. Este economista conoció Cajasur desde dentro cuando en 2000 la auditó mientras trabajaba para Arthur Andersen. Y se quedó como directivo de primer nivel. Entre otros cargos, ha sido subdirector general de Auditoría, Coordinación y Estrategia, responsable de Intervención de la División Corporativa y de Organización y Procesos. Se espera que su paso por Cajasur no sea una etapa de transición. Los responsables de la entidad de ahorros buscan un periodo de estabilidad.

La caja informó al Banco de España del relevo que se consumará hoy.