La realidad tiene premio en Cans

La de ayer fue una jornada de reflexión inusual para Divina do Castillo, Adriano Campos, Juan do Peso, Carmiña de Julia y Pacita Pérez. Como miembros de un jurado del Festival de Cans, a ellos correspondió la responsabilidad de decidir los destinatarios de uno de los premios del certamen de cortometrajes que, desde hace ocho ediciones, acogen en su aldea y que supone la preselección gallega para los Goya. Se lo pensaron mucho, porque todos, menos Divina, que repitió tarea y hasta hizo crítica de cine en la tele después de estrenarse como jurado el año pasado, no tenían experiencia en lides semejantes, pero también disfrutaron. "Al final de mi vida, me llega esta experiencia preciosa que nunca imaginé", reconoce Juan, un carpintero de 80 años que se emociona hasta las lágrimas ante el trabajo de actores y actrices.

La actuación de Celso Bugallo en 'El Grifo' impresionó al jurado

El movimiento reivindicativo del 15-M ya está ligado al certamen

El quinteto vecinal consideró que El Grifo, de Denis Rovira Van Boekholt, se merecía el Can de Pedra como mejor corto de ficción "por el retrato que hace de la familia actual, por cómo refleja el sufrimiento y la angustia y por la interpretación de Celso Bugallo", que a todos les pareció "impresionante". El dramático avatar de Bugallo, en el rol del abuelo desorientado y solo, en una casa ultramoderna que no es la suya, mientras su familia se va de vacaciones, hizo dar respingos al público de los galpones-salas de proyección, tan característicos del festival. Tampoco pasó desapercibido para el jurado profesional, integrado por los actores Luís Zahera, Ricardo de Barreiro, Ledicia Sola y Marcos Pereiro, la productora Enma Lustres, la escritora Luísa Castro y el director Enrique Otero. El actor pontevedrés se llevó el premio a la mejor interpretación masculina, ex aequo con Vicente de Souza, un habitual de Cans, por su trabajo en Estereoscopía. La cinta, dirigida por Xacio Baño, obtuvo el premio al mejor corto de ficción.

Otro fragmento de realidad, esta vez desde el punto de vista del conflicto de pareja, es el hilo conductor de De qué se ríen las hienas, escrita y dirigida por Javier Veiga, una comedia muy divertida que cosechó los galardones a la mejor interpretación femenina (Toni Acosta) y al mejor guión, además de las carcajadas de los espectadores, incorporadas a la banda sonora de un festival en el que se entremezclan el rugido de los motores de los chimpines, los motocultores que transportan a los cinéfilos por las corredoiras de la aldea, y los variopintos ambientes musicales, en el que conviven el furor rocanrolero de El Gran Wyoming y su banda, el pop de Eladio y los Seres Queridos y la Banda Municipal de O Porriño interpretando clásicos del cine y algún pasaje de La Traviata.

Birdboy, de Pedro Rivero y Alberto Vázquez, fue la pieza de ficción más apreciada por el jurado por su potencia visual y su "punto transgresor". En el capítulo de condecoraciones, también forman parte del palmarés de Cans 2011 la actriz María Pujalte y los directores-productores Antón Reixa y Fernando León, cuyas huellas acaban de incorporarse al Torreiro das Estrelas del festival, junto a las de Luís Tosar y Ernesto Chao. "Es un orgullo formar parte de las primeras", dijo León. El director madrileño estuvo, como la mayoría de los presentes, con un ojo en Cans y otro pendiente de lo que estaba pasando en las calles. "La democracia es lo que están haciendo estos chicos, es bellísimo", afirmó.

En los archivos de Cans se verá que, después de este fin de semana, el movimiento 15-M ya está ligado a su festival. Otro visitante primerizo, el escritor Manuel Rivas, convocó en una "feliz insurgencia de mentes y de palabras": "la Modesta proposición de Lois Pereiro, este día de primavera, la gente que reivindica las palabras de Lutero King, 'el desencanto es finito pero la esperanza es infinita', y la música que suena en Cans". Rivas acudió al festival para presentar el documental Escuchando al juez Garzón, resultado de la grabación que hizo la directora Isabel Coixet de una entrevista al magistrado efectuada por el autor de Todo é silencio. La película, por la que se han interesado varias televisiones europeas, ninguna de ellas española, descubre el punto de vista inédito de Baltasar Garzón.