Los partidos agotan las inauguraciones y prometen vigilarse unos a otros
La prohibición de abrir o visitar obras entra en vigor entre críticas de alcaldes
Frustrada por la Junta Electoral Central la interpretación flexible que pretendía PP y PSOE, la prohibición de inaugurar o visitar obras ante la proximidad de las elecciones entra hoy en vigor. Ningún cargo público ha dejado para después del 22 de mayo inauguración alguna, aunque las de ayer tuvieron un rango inferior a las del fin de semana, en el que se concentraron las presentaciones y aperturas de grandes infraestructuras como el palacio de congresos Mar de Vigo. Todos los partidos gallegos se afanan ahora en ensalzar la reforma de la Ley Electoral que, por primera vez, restringe los actos institucionales sospechosos de electoralistas, y el PSdeG anunció incluso la creación de una comisión de seguimiento para cumplir la ley, pero también para vigilar que sus contrincantes hacen lo propio.
Orozco lamenta la falta de "sentido común" del cambio en la ley electoral
El anuncio lo realizó ayer el secretario de Organización de los socialistas gallegos, Pablo García, después de la comisión de coordinación del PSdeG. En la reunión se hizo un "breve análisis" de las instrucciones de la Junta Electoral Central, que se resolvió con la decisión de poner en marcha una comisión que vele por el cumplimiento interno de la reforma de la ley, pero que también permanecerá atenta a que "todos los partidos" procedan de la misma manera. "Cumpliremos la ley y la haremos cumplir", anunció García.
El PP, que intentó con el PSOE suavizar la interpretación de la ley, celebró igualmente las restricciones, y también prometió estar vigilante ante el cumplimiento que realicen los demás partidos. En clave interna, los populares han remitido indicaciones a sus cargos públicos para que respeten "de forma escrupulosa" las nuevas prohibiciones, señalaron fuentes del partido que preside Alberto Núñez Feijóo.
El BNG, mientras, expresó su satisfacción por la interpretación de la norma, y criticó a populares y socialistas por buscar una interpretación alternativa a la "rotundidad" con que se expresa la ley, una actitud que tachó de "inexplicable". "Nosotros estamos contentos de que la junta electoral impusiese el cumplimiento de la ley y evitase este tipo de espectáculos", manifestó Carlos Aymerich, portavoz parlamentario del BNG, que también intervino ante la junta para evitar la mayor flexibilidad que reclamaban PP y PSOE. El diputado nacionalista aseguró que la reforma "es una medida higiénica que se agradece".
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se sumó a la vorágine de actos de ayer con una visita a las instalaciones de una residencia para mayores en Ourense. Su conselleira de Mar, Rosa Quintana, inauguró una planta de frigoríficos en Cambados, y el de Medio Ambiente, Agustín Hernández, "supervisó" el inicio de las obras de una carretera. Pero la palma se la llevó el titular de Medio Rural, Samuel Juárez, que en un solo día firmó proyectos de infraestructuras con 75 ayuntamientos.
Los más molestos con la reforma son los alcaldes, aunque opten masivamente por acatarla sin mayores comentarios. No es el caso del regidor de Lugo, el socialista José López Orozco, que no escatimó ayer en ironía ni en reproches hacia la nueva norma, que "ni entiende ni comprende", informa Arcadio Silvosa.
Orozco tiró de sorna para anunciar que en el tiempo que resta hasta las elecciones se retirará a un convento. "Me recluiré allí, porque se me prohíbe trabajar, se me prohíbe explicar y se me prohíbe hablar con ustedes", espetó a los periodistas. "Una cosa es no gastar dinero y eso hay que procurarlo, pero otra es el sentido común", añadió el alcalde lucense.
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