El paraíso perdido del bipartito
La primera 'aldea medioambiental' de Galicia languidece inacabada tras una inversión europea de tres millones
Iba a ser el paraíso. Más de tres millones de euros de fondos comunitarios, gestionados por el bipartito, elevaron a categoría de aldea emblemática -la primera medioambiental de Galicia- un pueblo abandonado en pleno corazón del Parque Natural do Xurés. Pero el cambio de gobierno en la Xunta, y la orden de austeridad, abonaron la iniciativa a las silvas que ahora se comen las piedras y la madera del referente del urbanismo rural. La dinamización del Parque Natural do Xurés -el más grande de Galicia, con 21.000 hectáreas- mediante la rehabilitación de pueblos abandonados como el de Salgueiros (Muíños) iba a ser el paraíso y el motor económico de la depauperada Baixa Limia. Pero apenas un año después del fin de la obra, ya solo procreaba la maleza en un entorno en donde la belleza sobresalta. Ni rastro del uso público y sostenible para el que fue concebida la inversión millonaria de Europa. Ni rastro del que habría de ser asentamiento de primer orden para ecoturistas al mismo tiempo que proyecto educativo.
La Xunta restauró el exterior de 11 viviendas y edificó una casa de energía
El Gobierno actual alega que la crisis le obliga a apostar por otras prioridades
Para llegar a Salgueiros hay que abandonar primero el mundo conocido. El coche te deja en la antesala del paraíso perdido. Un par de kilómetros de pista asfaltada y el visitante se da de bruces con el edén frustrado. Salvo por la rehabilitación de las viviendas, Salgueiros es la fotografía de Salgueiros: aquella aldea asolada por el abandono cuando en los años cincuenta la emigración fue casi estampida. La inversión de más de tres millones de euros que realizó el bipartito permitió recuperar 11 viviendas acondicionadas con su fachada de granito, su balaustrada de madera y sus tejados a base de xestas. Junto a ellas, el aula de la naturaleza, con capacidad para 50 personas, un nuevo edificio destinado a cocina y una casa de energía. Ni un alma en ellas ni en la aldea.
La recuperación del poblado fantasma incluye un horno, un pajar, un molino y la capilla: como un pueblo de belén navideño, sin luces, pero con un silencio tan atroz que el agua suena como con amplificador. Una vez allí, te topas con los enormes mastines y el jolgorio del agua y de los pájaros y la desolación del abandono. Junto al grupo reconstruido conviven las ruinas antepasadas de otras viviendas. Y no hay partida presupuestaria asignada.
El diputado por el PSdeG ourensano Pablo López Vidal interpeló en diciembre al director general de Conservación da Natureza, Ricardo García- Borregón, sobre las inversiones previstas para continuar la reforma y poner en marcha el proyecto ecoturístico. El representante de la Xunta reconoció la escasez de medios debido a la crisis, que obliga a apostar por "otras prioridades". Esta misma semana, García-Borregón visitó la aldea acompañado del alcalde de Muiños, Plácido Álvarez, y advirtió que la decisión del nuevo Gobierno es aprovechar la "fuerte inversión realizada" por el bipartito poniendo en marcha el aula de la naturaleza. García-Borregón reconoce que la actual Consellería de Medio Rural ha invertido en torno a un millón de euros. La mayoría, destinado al asfaltado de una pista de acceso. Para este año no hay partida presupuestada, advierte el socialista López Vidal. Tampoco ha prosperado de momento el convenio previsto con la Universidade de Vigo.
A Salgueiros no llegan los autobuses cargados de escolares en visita didáctica, los ecoturistas no pueden ser recibidos porque las casas no están rehabilitadas en el interior y los senderos no están señalizados. Los sacos de cemento abandonados y los bloques de hormigón ponen el acento en el abandono. La recuperación de la primera aldea medioamiental no es prioridad en tiempos de crisis. Y el Parque Natural do Xurés está ahora diezmado por la batalla contra las llamas del pasado verano.
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