"Sólo faltaba yo por volver"
Regresa a TVG 'Superpiñeiro', icono de la tele de Fraga y animador de Quintana
En un país con 700.000 pensionistas, tipos como Superpiñeiro siempre tendrán trabajo. Lo sabe la Vicepresidencia de Anxo Quintana, que lo contrató para recorrer las cuatro provincias como maestro de ceremonias de las Xuntanzas dos Nosos Maiores. Si esas tardes de empanada y bailes regionales recuerdan a la Xira da Terceira Idade que protagonizaba Manuel Fraga, la Televisión de Galicia -que también lleva la cuenta de los jubilados- recuperará igualmente el aroma de cuando la llamaban Telegaita. Tras 18 meses de ausencia regresa a la pantalla Xosé Manuel Piñeiro, icono de la televisión de Fraga, en la que durante 14 años hizo las delicias de los más mayores con programas ya míticos como Supermartes. La tele completa así su anunciado cambio, pero de 360 grados, según Piñeiro: "¿Cambio? ¡Pero qué cambio, si el único que faltaba era yo!".
La caída de 'Supermartes' ilustró la reforma en la televisión autonómica
"¿Cambio en TVG? ¡Pero qué cambio, si el único que faltaba era yo!", afirma Piñeiro
El popular presentador comenzará a conducir a partir de la segunda semana de febrero Acompáñenos, un programa dirigido, claro, a los jubilados, auténticos protagonistas a uno y otro lado de la pantalla. "A esas horas lo que hay delante de la tele es gente mayor, y no se me ocurre nadie mejor para hacer un programa para ellos que Piñeiro, un gran profesional", se justifica Suso Iglesias, director de la televisión autonómica. De lunes a viernes, y durante una hora, tres señores de avanzada edad se sentarán al sofá con Piñeiro para confesarle su soledad. Se abrirán los teléfonos, se les pondrá en contacto con otros mayores y se les facilitará un listado de los que no puedan entrar en antena, con la esperanza de formar más parejas que en un viaje del Imserso.
"Lo del cambio en la TVG me hace mucha gracia", insiste Superpiñeiro: "Ahí siguen Gayoso, Os Tonechos, actores que pasan de unas series a otras..." Niega por tanto el cambio que Iglesias predica, que empezó precisamente por la metafórica caída de Supermartes de la programación: "Piñeiro no vuelve para hacer lo mismo, sino con una fórmula distinta, destinada a un público muy concreto en el que tenemos que pensar, porque cuando programamos debemos tener en cuenta a todos los gallegos, y no aplicar nuestros gustos estrictamente personales". El director de TVG apela a telexornais, debates y nueva imagen corporativa para defender la transformación del ente público.
En la noria de cambios y vueltas de tuerca, el PP reivindica su protagonismo y se emplea a fondo contra las parrandas gastronómicas presentadas por la estrella mediática de la tercera edad a mayor gloria del nacionalista Quintana, pese a su herencia no negada de Manuel Fraga. "Es un derroche de fondos públicos escandaloso, con el único objetivo de promocionar a cualquier precio al vicepresidente, porque tienen encuestas que revelan que no le conoce nadie", acusa la diputada del Partido Popular Marta Rodríguez. Que estas xuntanzas se basen en aquella xira solo abunda "en la desfachatez de estos señores y su partido".
Igual que algún cantante gallego que reverdeció laureles combinando mítines del PP y apariciones en TVG, nada impedirá a Piñeiro alternar el Acompáñenos con los baños de masas jubiladas de la Vicepresidencia. El departamento que dirige Anxo Quintana no descarta repetir con el ídolo de la tercera edad en una nueva fase de las xuntanzas, que en 2007 duplicarán el número de bolos. Por parte de TVG, ningún inconveniente: "La incompatibilidad es para trabajar en otro medio de comunicación; por lo demás, puede hacerlo donde quiera", explica Suso Iglesias. Y Piñeiro agrega: "Lo de ir con Quintana es esporádico, no estoy en plantilla de Vicepresidencia, pero no tiene que ver con que trabaje o no en la Televisión de Galicia".
De sus presentaciones para Anxo Quintana -alaricano como él, y con quien compartió más de una alineación en el equipo de fútbol local- sacó Piñeiro la conclusión de que allí, entre los mayores, tenía un público "fiel a morir", al que a partir de febrero se dirigirá a través de las cámaras de TVG. Quizás por ahí surgió la idea del director de la televisión, que reconoce que cuando despidió al presentador, lo hizo con el compromiso de volver a contar con él. "Piñeiro quería un prime time, pero consideré que este formato de la tarde y para los mayores era más adecuado para él". El conductor corrobora: "Me prometieron que volvería y han cumplido".
Con Luar y Piñeiro en la parrilla de TVG y los líderes de la Xunta pagando comilonas a los abuelos, podría parecer que nada ha cambiado en Galicia. Pero, como ya precisó Quintana, las fiestas de los mayores no son una tradición de Fraga, sino "una costumbre gallega de siglos", en la que, al fin y al cabo, "no se trata sólo de comer".
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