El desfile de Jaume I en Valencia costó 686.000 euros

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, decidió emular a Alfons el Magnànim y ordenó recrear la entrada de Jaume I en Valencia el pasado 9 d'Octubre. El desfile calcó otro celebrado en 1428 y trajo consigo a 700 participantes, 120 caballos, 20 bueyes, portaestandartes de los estados que integraban la Corona de Aragón, la milicia del Centenar de la Ploma, la caballería pesada con armaduras y gualdrapas, la caballería ligera, los estamentos, las órdenes religiosas, los gremios, los grandes oficiales reales, los oficiales municipales y el Justicia Criminal, una senyera coronada medievalizada para la ocasión... y una factura de 686.000 euros.

Trinidad Miró, consejera de Cultura, detalla en una respuesta parlamentaria al diputado socialista José Camarasa que los costes de personal se elevaron a 151.210 euros, mientras que el resto de material de producción supuso una factura de 534.754 euros.

Miró desglosa los costes. La escenografía, que incluye "rocas, retablos, púlpitos, estandartes, banderas, banderolas, etcétera" costó 153.717,60 euros. El alquiler de la iluminación, 6.960. El alquiler del sonido, 27.840. Las armas y útiles de época costaron 4.833 euros. El vestuario consumió la mitad del gasto, con una factura total de 322.834 euros. Los costes de peluquería y maquillaje se elevaron a 18.560 euros.

"La recreación de la cabalgata histórica se ha realizado a través de la Fundación de la Comunitat Valenciana Jaume II el Just", explica Miró. El responsable de producción y coordinación del evento fue Jaime Martorell Cabot. Pequeñas empresas y autónomos valencianos tuvieron preferencia a la hora de contratar músicos, actores profesionales, sastres, maquilladores, especialistas en cabalgar con armaduras, técnicos, empresas de sombrerería o especializadas en mallas y tejidos medievales, etcétera. Todos fueron contratados a través de "procedimientos negociados".

La consejera de Cultura subraya en su respuesta la vocación de continuidad de la cabalgata y sostiene que "en muchos de los apartados no se trata de gasto sino de inversión, ya que se trata de materiales que podrán ser utilizados en posteriores ocasiones".