El agua inunda el futurista Centro de Salud Pública

El futuro Centro Superior de Investigación en Salud Pública tiene la negra. El último incidente que ha sufrido este edificio futurista -cuya inauguración, tras repetidos aplazamientos, está prevista para el próximo mes- ha sido la inundación del semisótano con hasta palmo y medio de agua debido a las lluvias de los últimos días y a problemas en el funcionamiento de los colectores. "Entró agua en el garaje y en el laboratorio, pero los daños no son relevantes; aún no se han instalado los equipos", señalaron ayer a este diario fuentes de Sanidad. Estas instalaciones, a cuyo acceso se impidió la entrada al reportero gráfico para observar el efecto de la lluvia, deberían estar en funcionamiento ya desde 2005, pero diversos problemas han postergado su apertura. El proyecto nació junto al del Centro de Investigación Príncipe Felipe y la Fundación Oftalmólógica del Mediterráneo, pero mientras estos dos llevan ya años funcionando, el centro de salud pública se convirtió en la hermana pobre que no ha acabado de arrancar.

A finales de 2004, el edificio sufrió una paralización debido a "un replanteamiento del proyecto". Meses después, en julio de 2005 un voladizo cayó en una prueba de carga, lo que volvió a retrasar su apertura, prevista para ese mismo año.

Los últimos coletazos de la borrasca que ha atravesado el territorio valenciano atraparon a dos coches en la CV-577 a su paso por Antella.El temporal se aleja hoy de la Comunidad Valenciana hacia Andalucía. Deja tras de sí la tragedia de una familia que ha perdido a dos de sus miembros (madre e hija) arrastrados por el agua en L'Olleria, y una estela importante de daños por inundación de plantas bajas, coches atrapados, carreteras cortadas con desperfectos, y pérdidas en el campo, que la Unió de Llauradors estimó ayer en 15 millones de euros. Además, la fuerza de la gota fría ha puesto en peligro 60.000 toneladas de cítricos, según AVA-Asaja.

Las intensas lluvias dejan también nuevos récords para la historia de los registros meteorológicos. Así, la ciudad de Valencia recogió en la noche del pasado jueves 28,7 litros por metro cuadrado en diez minutos, la mayor cantidad de agua en ese corto espacio de tiempo desde que hay registros. El Observatorio de Viveros, además, batió la marca histórica de lluvia en una hora con 72,6 litros.

El temporal dejó entre el pasado jueves y la mañana de ayer 345 litros de agua por metro cuadrado en Beniarrés y 339 en el municipio valenciano de Teresa de Cofrentes, mientras que en litoral de Castellón y las comarcas del Vinalopó y L'Alacantí apenas se llegó a los 25 litros, según el Centro Meteorológico de Valencia. Las principales precipitaciones se registraron entre el jueves y viernes, con 337 litros en Montaverner; 331 en Adsubia; 294 en Estubeny; 282 en Vall de Gallinera, 260 en Tous, 229 en Enguera, 215 en Villalonga o 201 en Barx.

Otro dato que da idea de la importancia de estas lluvias es el que facilitó también ayer la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). El volumen de agua caída es del orden de 2.450 hectómetros cúbicos, lo que supone el 77% de la capacidad de los embalses del organismo. Aunque muy beneficiosas para recargar los acuíferos, las lluvias sólo han aumentado las reservas en los pantanos en 23,42 hectómetros cúbicos. La CHJ destacó que el embalse de Bellús redujo a la mitad la avenida en el río Albaida y con ello evitó inundaciones en la ribera del Júcar, al igual que se logró con la regulación del embalse de Beniarrés en la ribera del Serpis.

Lo que no pudo evitarse fueron los daños sufridos por decenas de pequeños propietarios de las zonas de Les Palmeres, La Loteria y Els Llirianos, en el término de Sueca, que observaron atónitos el jueves pasado el paso de un tornado que levantó contenedores a su antojo, arrancó celosías de aparcamientos y restaurantes, tejados y vallas vegetales, informa Josep Blay.