Jaraba, más de lo mismo en RTVV
El nuevo director general se apoya en los bastiones de Zaplana y Camps
Hubo alrededor de su nombramiento cierta expectación. Pero sus primeras decisiones frustraron rápidamente la ilusión de una Radiotelevisió Valenciana (RTVV) plural. José López Jaraba ha confirmado y dado más poder a los que han sido bastiones de Eduardo Zaplana, ex presidente de la Generalitat, y Francisco Camps, actual presidente autonómico. La parte más alta de su organigrama como director general de RTVV ha firmado los episodios más criticados por su manipulación en los últimos años, dicho, incluso, por el Síndic de Greuges, y denunciado por los partidos políticos en la oposición, los sindicatos, colectivos profesionales y de la sociedad civil. Jaraba se sustancia, pese a su declaración de intenciones en las Cortes Valencianas, en más de lo mismo en Canal 9 y Ràdio 9. Y eso que expresó su voluntad, empeño y compromiso en un "mandato ético" y "una televisión moderna, imparcial".
El control de Canal 9 y Ràdio 9 queda en manos Johnson y Motes
Sanz mantiene todo el poder como secretario general de RTVV
El primero de sus movimientos fue confirmar en su puesto a Vicente Sanz. Es el auténtico poder en la televisión. No firma nada, elude la aparición en los medios pero es quien realmente controla qué, cómo y de qué manera pasa en el ente, especialmente en Canal 9. Quienes trabajan cerca de él dicen, además, que "nunca da malas noticias". Su puesto es el de secretario general. Vicente Sanz está en las hemerotecas por su célebre "estoy en política para forrarme". Aquello fue en 1994, cuando era secretario general del PP de Valencia. Sanz, íntimo de Eduardo Zaplana, hizo negocios en Benidorm cuando el ex presidente era alcalde, y en el Instituto Nacional de Empleo (Inem) coincidió con el también amigo de Zaplana Vicente Conesa, empresario imputado en el caso Terra Mítica.
Aparentemente, dejó la política tras conocerse sus pretensiones a través de una grabación. A él se le buscó discretamente un lugar escondido, que no falto de influencia. De la mano de Juan José Bayona, que llegó a director general de RTVV desde la cátedra de derecho laboral y un escaño del PP, Vicente Sanz asume responsabilidades en RTVV en 1995, junto a José Vicente Villaescusa, también íntimo de Zaplana, y es jefe de Recursos Humanos hasta 2000. A partir de ese momento, pasó a ser director de Gestión y Planificación de Recursos Humanos y Materiales. El 15 de octubre de 2004 ascendió a director de Gestión y en octubre de 2007, con el ex director general Pedro García, relacionado con el caso Gürtel y una de las personas contra las que el PSPV ha presentado una querella en relación a esa trama, es nombrado secretario general. En su recorrido en la televisión autonómica, su poder ha ido aumentando y ha sobrevivido creando un personalísimo sistema criticado por los sindicatos y la oposición en lo que a gestión personal y financiera se refiere. Él estuvo en la mesa de contratación que eligió a Teconsa para la instalación de las pantallas en la visita del Papa, contratación judicialmente bajo sospecha. Él ha contratado a mujeres e hijos de diputados populares, a concejales de ayuntamientos populares. Él está detrás de la creación del ahora mayoritario sindicato en RTVV, USO, con gran presencia de cargos en el organigrama.
Sanz ha ganado la puja con el histórico Luis Sabater, el hombre que conoce las tripas de la tele como ningún otro técnico. Sabater, sin posibilidad de controlar su propio equipo, cercado por arriba por Sanz y por abajo por Javier Ovejero, hombre de Sanz, dimitió recientemente. A ese hombre, al que lleva y trae a su casa un coche oficial, Jaraba, que renunció a ese privilegio, le ha dado todo el poder de la secretaría general y a sus órdenes ha colocado la innovadora figura del controller, el que debe fiscalizar la ejecución presupuestaria, puesto que sigue vacante.
Lluís Motes es otro superviviente. Él ha sido tinta, voz y cara de los peores episodios de manipulación informativa denunciados en Canal 9. Residual, y aveces ridícula, cobertura de las noticias en relación con la oposición y silencio ante cualquier crítica política o social al Gobierno autonómico del PP. Llegó a la televisión autonómica en 1997. Fue valor emergente y logró en 2000 la jefatura del departamento de informativos, por decisión de Genoveva Reig, entonces directora de Canal 9 y también entonces amiga de Zaplana. Ese nombramiento fue contestado por los redactores de la casa. En una votación no vinculante, su resultado fue una demostración de rechazo. En 2004, se le añade deportes; en 2007 pierde fuerza ante Lola Johnson y se queda sólo con la jefatura de deportes. Jaraba le nombra director de Ràdio 9 y, además, le da un debate que se estrena esta semana en Canal 9.
Y al frente de la tele, Jaraba ha colocado a Lola Johnson Sastre. Fue presentadora en Aitana y en 2004, en octubre, se hizo cargo de la dirección de Punt 2; tres años después fue designada como directora de informativos. Es una mujer de Francisco Camps. En ella ha depositado el presidente autonómico una importante confianza en campañas electorales. Como directora de informativos, su pasado más reciente, enmudeció para los espectadores, por ejemplo, el caso Gürtel.
José López Jaraba se hizo cargo de RTVV a finales de agosto, después de la dimisión de Pedro García. Lo hizo tras un año en el canal de noticias 24/9 y de un largo recorrido en el periódico ABC, del que fue delegado en la Comunidad Valenciana. Sus modos afables, su facilidad para el diálogo, su proximidad hizo que trabajadores, consejo de administración y oposición dieran una oportunidad a un nuevo tiempo, como el propio Jaraba ha definido lo que tiene por delante RTVV. Pero en pocos meses, el nuevo tiempo ha pasado a ser, dicen, más de lo mismo, y con los mismos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.